Síntomas y complicaciones dificultan su diagnóstico
Miércoles 5 de febrero de 2014, p. 41
Alrededor de 500 mil personas viven con cáncer en México, entre ellas las que tienen algún tumor cerebral. Si bien no son de los más frecuentes –están en el lugar número 15– reportan una elevada mortalidad. Al año se diagnostican 4 mil 300 nuevos enfermos y poco más de 3 mil mueren a causa de esta neoplasia, aseguró Alejandro Juárez Ramiro, oncólogo médico del Hospital de la Mujer.
Advirtió que entre los retos que plantean los tumores cerebrales está la dificultad para identificarlos, porque sus síntomas suelen ser inespecíficos y se puede confundir con otros padecimientos, sobre todo cuando se trata de un cáncer que evoluciona lentamente.
En conferencia con motivo del Día Mundial contra el Cáncer (4 de febrero), el especialista refirió los datos del reporte Globocan que elabora la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer. Las cifras de 2012 indican que en el país se registraron 148 mil nuevos casos de todos los tumores malignos, los cuales se suman a los 358 mil 400 preexistentes, es decir, unos 506 mil 400 individuos afectados.
El especialista comentó sobre los tumores que afectan al cerebro, porque en su mayoría no están asociados con la herencia familiar y, generalmente, los pacientes llegan con el médico especialista cuando ya han presentado convulsiones, las cuales son el síntoma más evidente de la presencia de un tumor.
El problema es que cuando esto ocurre el cáncer ya está en etapas avanzadas.
Dijo que los afectados pueden presentar varios meses antes algunos indicios, como dolor de cabeza. Este es un síntoma de varios padecimientos, pero en el caso del tumor cerebral es uno que da a las personas cuando están dormidas y es tan intenso que las obliga a despertar.
Además, está la náusea y el vómito repentino, alteraciones en la fuerza muscular, el habla y cambios de personalidad. También puede haber pérdida de la memoria y deterioro de la cognición.
Otra complicación para el diagnóstico y el tratamiento es que con frecuencia los tumores cerebrales son metástasis de otro cáncer (de pulmón o hueso, por ejemplo).
Juárez Ramiro también mencionó que las terapias contra los tumores primarios en el cerebro enfrentan algunos obstáculos, entre otras razones porque el primer abordaje es la cirugía que se realiza, dependiendo de la ubicación del mal.
En ocasiones por su ubicación no es posible realizar el procedimiento quirúrgico y en otras los médicos no pueden extirparlo en su totalidad por el riesgo que existe de afectar zonas vitales del sistema nervioso central.
Las otras opciones terapéuticas son la radioterapia y la quimioterapia. De esta última existen productos innovadores, pero aún así, la expectativa de vida es apenas de 14 meses, apuntó.