Tras la intervención del gobierno federal en la región de Tierra Caliente de Michoacán, otras zonas de la entidad han quedado olvidadas en términos de seguridad e incluso empiezan a ser víctimas del llamado efecto cucaracha, entre ellas Cherán y otros pueblos de la meseta purépecha.

Así lo denunciaron autoridades de ese municipio autónomo, donde han resurgido intentos de extorsión y otros actos delictivos, los cuales habían registrado una tendencia a la baja desde que sus habitantes expulsaron a la policía local y asumieron su propia seguridad mediante el esquema de usos y costumbres de la ronda comunitaria.

En conferencia de prensa, José Trinidad Ramírez, del Concejo Mayor de Cherán, lamentó que a raíz de la agudización del conflicto en Tierra Caliente las fuerzas de seguridad federales nos han olvidado y los criminales han intentado penetrar en nuestra comunidad y en lugares cercanos.

Un ejemplo de ello, dijo, es que hace unas semanas un grupo de delincuentes entró en el poblado Acachuen, municipio de Chilchota, donde taló parte de sus recursos forestales y tomó por la fuerza alrededor de 10 hectáreas de sembradíos.

En tanto, Trinidad Estrada recordó que de 2008 a la fecha han sido asesinados o desaparecidos al menos 20 pobladores de Cherán por la delincuencia organizada, sin que la Procuraduría General de Justicia del Estado haya avanzado en las investigaciones.

Por el contrario, afirmó, las autoridades judiciales han emitido órdenes de aprehensión contra quienes se atreven a denunciar.

Francisco F. Pablo, encargado de seguridad del concejo, denunció que en semanas recientes los criminales han vuelto a hostigarlos, como sucedió el 12 de diciembre pasado, cuando dos de sus compañeros resultaron heridos en un ataque perpetrado por cuatro delincuentes, quienes pese a ser capturados por la comunidad, fueron puestos en libertad por el Ministerio Público de Zamora sólo dos días después.

Por lo anterior, los habitantes de Cherán hicieron un llamado a las autoridades federales y estatales a que pongan en marcha una estrategia de seguridad integral –que no descuide una región por atender otra– y afirmaron que varios pueblos de la región purépecha se están coordinando para asumir las tareas de seguridad y exigir diálogo al gobierno.

Indicaron que conocen muy poco la forma de trabajo de los grupos de autodefensa de Tierra Caliente, pero señalaron que han estado en contacto con ellos y no descartan poder coordinarse en el futuro, ante la estigmatización de la que ambos grupos son víctimas.