Aunque la obesidad es un problema de salud pública y siete de cada 10 mexicanos la padecen, las universidades no cuentan con una especialidad sobre este tema, sostuvo María Luisa Ponce López, presidenta de la Asociación Mexicana para Estudios de Obesidad.

En el estudio de la carrera de medicina se dedican unas tres horas para tocar el tema de la obesidad; hay alrededor de 200 mil médicos, de los cuales 100 mil son generales y hay 10 mil nutriológos, pero todos ellos no podrían cubrir la necesidad del país, aseveró Raúl Marín Zaragoza, fundador de la asociación.

Destacó que se requiere la formación de recursos humanos para atender la obesidad, pero aún es un pendiente.

Los endocrinólogos atienden a las personas con este padecimiento, pero ellos solos no alcanzan a cubrir la demanda que existe en el país.

Precisó que estudios revelan que una persona con este problema de salud vive 14 años menos y recordó que en 1985 la obesidad, al igual que el sida, entró al catálogo de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud, el sida está controlado, pero no la obesidad.

En unos años los servicios de salud serán insuficientes

En la presentación del Congreso Latinoamericano de Obesidad, que inicia el 5 de febrero, Ponce López indicó que este problema de salud nos rebasa a todos como sociedad. Falta poco tiempo para que la oferta de servicios de salud sea insuficiente e inoperante ante la inusual demanda.

Destacó que de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico una persona con sobrepeso utiliza 25 por ciento más de servicios públicos, pero además gana 18 por ciento menos que el resto de la población sana.

Añadió que la pérdida acumulada por las enfermedades relacionadas (diabetes, hipertensión arterial, y enfermedades cardiovasculares) es de 47 mil millones de dólares en América Latina.

Recordó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud 2012, 73 por ciento de las mujeres y 69.4 por ciento de los hombres adultos padecen obesidad, además de que en la adolescencia 35.8 por ciento de las mujeres y 34.1 por ciento de los varones la padecen.

Sumado a esto, las niñas representan 32 por ciento del total y niños 36.9 por ciento, detalló.

Indicó que en México han cambiado los patrones de comportamiento de la epidemia, ya que de la desnutrición se saltó a la obesidad y hay un incremento acelerado en la prevalencia de peso excesivo y sus comorbilidades, las cuales ocasionan hasta el 25.3 por ciento de las muertes.

Las nuevas generaciones viven menos años que sus padres y esto es una tragedia, pues es algo que no sucedía en más de cuatro siglos.