Salió noqueado de la contienda contra Jesús Galicia
Desde 2008 no fallecía un peleador en el DF a causa de los golpes
Martes 4 de febrero de 2014, p. a15
El boxeador nayarita Óscar Fantasma González murió la tarde de ayer después de 36 horas en terapia intensiva en el Hospital Español de la ciudad de México. Había llegado inconsciente después del combate que sostuvo con Jesús Galicia, que fue detenido en el décimo asalto, en la función que se realizó el sábado en un foro de Polanco.
Esa noche, Óscar González se encogió en una esquina, abatido por el ataque de Galicia, cuando intervino el réferi Rafael Saldaña para decretar el nocaut. González no se repuso, se tambaleó contra las cuerdas y se desplomó.
No vi que ninguno de los peleadores sufriera castigo excesivo
, dijo Saldaña. El combate fue equilibrado y sólo hasta el décimo episodio es donde Óscar González fue lastimado y por eso decidí parar la pelea
.
Según informaron los servicios médicos de la Comisión de Boxeo capitalina, se actuó de inmediato para aplicarle oxígeno y una inyección en lo que fue trasladado al hospital más cercano.
Pero el joven boxeador de 23 años no reaccionó. Salió en camilla, con collarín y máscara de oxígeno, rumbo al Hospital Español, a unas cuadras del foro donde ocurrió la pelea organizada por la promotora propiedad de Saúl Canelo Álvarez.
Los golpes que recibió durante el décimo asalto fueron más efectivos, pero fueron 10 episodios donde hubo golpes, tal vez en menos cantidades, pero golpes a final de cuentas, es un daño acumulativo
, explicó el doctor Horacio Ramírez Mercado, responsable de los servicios médicos de la Comisión de Boxeo capitalina, presente durante la función.
Las lesiones cerebrales son uno de los riesgos más latentes en el boxeo, expuso el periodista estadunidense Pete Hamill en un artículo sobre los peligros de este deporte, que se publicó en la década de los 90. En el texto cita un informe de la Revista Americana de Medicina Deportiva, donde se deja en claro que, a diferencia de otros deportes, en el boxeo el participante sufre golpes constantes en la cabeza.
La contusión cerebral es la más común de las lesiones graves del cerebro y se define como un impedimento de la función neurológica secundaria a las fuerzas motrices, resultante en inconsciencia o, por lo menos, estados de mareo. Mareos, pérdida de memoria y náusea pueden suceder al nocaut
, refiere Hamill.
González tuvo una lesión en el tallo cerebral que lo mantuvo 36 horas en terapia intensiva y el desenlace fue la muerte.
Desde octubre de 2008 no fallecía algún boxeador en una función en la ciudad de México. La última fue la de Daniel Aguillón tras el combate con Alejandro Sanabria. Esto generó un intenso debate. Los efectos del caso llegaron incluso a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que convocó a un foro.
Había preocupación, pues antes de Aguillón había transcurrido más de medio siglo sin muertes por los golpes en el cuadrilátero: Jesús Morales, en 1953, tras pelear con Roy Hernández. Y antes, Paco Sotelo, luego de su contienda con Jesús Nájera, en 1936.
El cuerpo de González fue trasladado ayer mismo a Tepic, Nayarit, donde será cremado. Los gastos correrán a cargo de Canelo Promotions, según informaron en un boletín de prensa, y el Consejo Mundial de Boxeo entregará un cheque por 50 mil dólares, como parte de un seguro. La pelea de aquella noche era por el cetro Latino Silver Pluma.