Rafa Márquez, El Patrón del Tri
El desequilibrio de Sambueza
l anuncio de que Rafael Márquez es el único seguro del Tri para el Mundial de Brasil tal vez generó sonrisas en los otros integrantes del grupo A. Nadie duda del liderazgo del michoacano en la actual selección –inclusive le llaman respetuosamente El Patrón– y en esta etapa es evidente su gran influencia sobre el seleccionador, no sólo dentro, sino fuera de la cancha.
Durante los entrenamientos del Tricolor, Márquez pasa mucho tiempo al lado de Miguel Herrera y es notorio su constante intercambio de ideas. La influencia de El Patrón va más allá de la forma de juego y ha levantado la voz para hablar sobre el tema más polémico en la actualidad: la inclusión de Carlos Vela, a pesar de las múltiples negativas del delantero.
El zaguero central va por su tercer mundial, al que llegará con 35 años. Nadie duda de su gran trayectoria, sobre todo lo realizado con el Barcelona, pero nunca fue un defensa veloz y la lentitud con la que ahora juega quedó en evidencia en el partido del miércoles, cuando un delantero coreano le ganó con facilidad en la carrera a pesar de que había iniciado con unos cinco metros de desventaja.
Márquez, quien ahora expresó su apoyo por el caprichoso Vela, fue el que orquestó en el Tri de LaVolpe la salida de Cuauhtémoc Blanco, al que no le perdonó que pidiera descanso en la selección luego de una apretada agenda con su club.
El Piojo Herrera debería estar preocupado para la Copa de Brasil, ya que al lado de Márquez perfila a otro jugador que no se caracteriza por su velocidad, como el Maza Rodríguez. Y si a eso se añade el bajo nivel que mostró Diego Reyes –a quien le ha afectado mucho jugar sólo con el Porto B–, entonces gran parte de la labor defensiva recaerá en Héctor Moreno, quien con su continuidad en el Español se muestra como un sólido zaguero, pero tampoco tiene la rapidez como virtud.
Pero Herrera anda más atareado en convencer a Vela. Se daba como un hecho que se reunirían luego del partido de ayer ante el Atlético de Madrid, pero luego de la goleada sufrida por la Real Sociedad no se sabe cuál será el estado de ánimo del jugador de Cancún.
Muchos aficionados consideran que Herrera debió nombrar a Oribe Peralta como el único seguro para la Copa. Hubiera sido un justo reconocimiento para un jugador que al principio de su carrera se repuso a muchas adversidades y que recientemente ha sido el hombre-gol de un futbol carente de artilleros.
Opacada por el Súper Tazón, la liga tuvo una de sus jornadas más grises. Antes de la goleada dominical conseguida por los Pumas, el promedio había sido de un gol en los ocho partidos previos.
Sorprende el Cruz Azul ubicado en el primer lugar, a pesar de que por tantas lesiones parece más la Cruz Roja, mientras que los Tigres continúan con su declive y a pesar de la gran nómina está en el último sitio, sigue sin ganar luego de cinco fechas y apenas lleva un gol. Pero al Tuca parecen aguantarle todo, luego de que les dio su último título, en el Apertura 2011.
En el América, nadie debería sorprenderse por una indisciplina más de Rubens Sambueza. El argentino es desequilibrante en todo, al jugar y al actuar. América consiguió la victoria ante un pobre Potro, pero en la semana el propio Antonio Mohamed presumió que había domesticado
a Sambu. Tan sólo unos días después, el mediocampista le demostró a su técnico que está equivocado y siguió en algo que ya se le hizo una costumbre: tirarse clavados y protestar.
Sambueza hubiera tenido tiempo para recapacitar y corregir su temperamento cuando golpeó al árbitro Rafael Medina con un cabezazo. Sin embargo, sólo le dieron seis juegos de suspensión y el que fue sancionado (con su despido) fue el silbante. Si le perdonaron la agresión, pensará que le tolerarán cualquier cosa.
En la lucha por el no descenso, el Atlas sorprendió al Pachuca y volvió a retomar la ventaja de 7 puntos sobre el Atlante. De llamar la atención el reciente rendimiento de los Tuzos, que se metieron al Nou Camp a vencer a su hermano León –un resultado más que sorpresivo–, pero perdieron todas esas virtudes en su casa frente a unos rojinegros que en el papel lucen muy inferiores al campeón.