La prevalencia de VIH/sida en México es de 0.24 por ciento (dos personas viven con el virus por cada mil habitantes), considerada baja para la población en general, pero en los grupos de alto riesgo donde está concentrada la epidemia el indicador aumenta sensiblemente. De los hombres que tienen sexo con otros hombres, entre 12 y 17 por ciento son portadores del virus y 18.24 por ciento de los trabajadores sexuales están en la misma situación.

Estos son datos obtenidos de los trabajos realizados en los proyectos financiados por el Fondo Mundial para el Control de Sida, Tuberculosis y Malaria, de 2011 a 2013.

Durante ese periodo, el país recibió más de 26 millones de dólares para llevar a cabo acciones de prevención en los grupos de alto riesgo de adquirir el VIH, entre los cuales también están las personas transexuales. En este sector de 15 a 20 por ciento vive con el virus.

Un reporte del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/sida (Censida) con motivo del día mundial de lucha contra la enfermedad, incorporó información de algunos de los proyectos.

De la misma también se desprende que los individuos usuarios de drogas inyectables portadores del virus representan 5.6 por ciento, mientras las mujeres trabajadoras sexuales reportan la menor carga de enfermedad entre los grupos más vulnerables a la infección, junto con las comunidades indígenas, que tienen 0.67 y 0.25 por ciento, respectivamente.

El financiamiento del Fondo Mundial concluye este año por decisión del organismo internacional y aunque las autoridades de Censida han señalado que el gobierno federal dispondría del dinero para dar continuidad a las estrategias dirigidas a los grupos de alto riesgo para la transmisión del VIH/sida, aún se desconoce si eso será así.