La reforma energética se podría venir abajo si el gobierno insiste en negociar con el Partido Acción Nacional (PAN) de manera discrecional, advirtió Fluvio Ruiz, consejero profesional independiente de Petróleos Mexicanos ( Pemex).

En entrevista afirmó que lo importante sería que el gobierno desmintiera de manera clara y contundente sin dejar lugar a dudas que se esté negociando una reforma energética a espaldas de la sociedad.

El pasado miércoles la prensa extranjera reveló que el gobierno federal y el PAN negocian que petroleras privadas y el Estado mexicano compartan la producción de hidrocarburos y se apruebe la reforma energética antes de que concluya el año.

Ruiz Alarcón consideró que la reforma energética es la gran prueba para cohesionar el Pacto por México porque es un tema muy sensible y ahí se van a definir los rumbos de Estado y Nación que son básicos, advirtió.

Entonces la gran prueba de este mecanismo va a ser el eventual acuerdo o desacuerdo. Evidentemente el alcance de la reforma lo determinarán las protestas sociales porque habrá una vigilancia de la sociedad en este tema justo por lo que representa y no sólo por el papel simbólico al que a veces se le quiere reducir, destacó.

Vía nacionalista

Dado que el PAN propone modificar la Constitución para una amplia liberalización del sector energético, entonces vendrá el turno para que el PRI opte por una ruta compartida por Acción Nacional o por una vía más nacionalista y se pueda buscar un acuerdo con los sectores de izquierda en función de la propuesta que ha impulsado el ingeniero (Cuahtémoc) Cárdenas.

Indicó que la reforma energética no es un tema menor porque estamos hablando de una empresa que aporta uno de cada tres pesos al fisco y que además tiene un gran enraizamiento histórico en muchos sectores y regiones del país.

El gobierno debe dar un pronunciamiento fuerte. Esperaría que en estos días haga un desmentido, insisto contundente, que no deje lugar a dudas en ese sentido, aseveró.

Por separado, John Saxe-Fernández, experto en geopolítica, aseguró que la presión de las empresas petroleras internacionales para apoderarse urgentemente del petróleo mexicano es para acceder al mercado de capitales, el cual les exige la garantía de nuevas reservas petroleras para obtener financiamientos.

El también maestro emérito de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM explicó que las compañías petroleras están ansiosas para que la Comisión del Mercado de Valores y de Cambio de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) les dé el aval de las reservas que conseguirían con el pago en especie y que serviría de garantía para obtener nuevos financiamientos.

En entrevista, Saxe-Fernández recordó que recientemente el American Petroleum Institute, principal cabildero de las transnacionales (Exxon, Shell, Chevron) abogó, y ganó, un juicio en contra de la propia SEC que pedía el registro exacto de los volúmenes de extracción diaria de crudo. Sin embargo, ganó la opacidad al obtener una decisión favorable en contra de esta acción que pretendía transparentar y conocer los volúmenes exactos de producción para proteger a los inversionistas.

Aseguró que las empresas petroleras no van a invertir en México y dijo que solamente vienen a utilizar la riqueza del país para acceder al capital que ofrecen los mercados bursátiles internacionales, pero con la condición de incluir nuevos registros contables de reservas petroleras.

Por ello, descalificó la supuesta abundancia y riqueza del gas de lutita y consideró que el petróleo es el verdadero interés de las trasnacionales. La explotación de gas de lutita es un negocio riesgoso y de corto plazo, advirtió.

En otro tema, el consejero profesional de Pemex, Fluvio Ruiz señaló que es necesario que se replantee la conveniencia de que Pemex mantenga su participación en Repsol, ante sus resultados negativos.

La empresa energética española Repsol registró un resultado neto negativo de -47.6 por ciento al tercer trimestre de 2013 comparado con el mismo periodo de 2012, esto representó una pérdida de más de 320 millones de euros.

Prácticamente los segmentos más importantes de la cadena de valor, léase exploración, extracción, producción y refinación de hidrocarburos, cayeron en el tercer trimestre. En el caso del resultado de explotación, exploración, extracción y producción de hidrocarburos la situación no fue mejor, el desplome fue de -41.6 por ciento en el mismo lapso de tiempo.

Esto implicó una pérdida de más de 270 millones de euros. La principal justificación que reporta la petrolera española son: “[…] los menores volúmenes producidos en Libia, las mayores amortizaciones y otros costos por la entrada en producción de los nuevos proyectos y la depreciación del dólar. Estos efectos no han podido ser compensados por la entrada en producción de los nuevos proyectos”.

Para el caso de la refinación, el resultado de explotación se desplomó -72.6 por ciento en el tercer trimestre de 2013 comparado con 2012; perdió más de 440 millones de euros.

Al respecto el consejero profesional del consejo de administración de Pemex Fluvio Ruiz afirmó que los últimos resultados dados a conocer por Repsol preocupan sobremanera dado que lo que estamos observando es una destrucción de valor al interior de la petrolera española; la preocupación es legítima y relevante a la luz de que Pemex cuenta con más de 9 por ciento del total accionario de Repsol.

Informó que el beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA, por sus siglas en inglés) tuvo una caída de -25 por ciento; el resultado neto se desploma casi -50 por ciento. Con estos números será muy importante hacer una valoración al interior del consejo de administración de Pemex respecto de los números de Repsol.

Asimismo, criticó la actitud de esa petrolera de tensar las relaciones con países latinoamericanos.