Aunque la mayoría de los estados del país ya tienen un atlas de riesgos, este avance deberá ser modificado para adaptarlo a una estrategia nacional en esta materia.

Baja California Sur, Sinaloa, Quintana Roo y Colima no han concluido su atlas, pero la indicación es que todas las entidades revisen sus mapas de riesgos para homologarlos al documento general que estaría listo en junio del próximo año, según las previsiones iniciales de la Secretaría de Gobernación.

El pasado 28 de mayo, el presidente Enrique Peña Nieto ordenó la creación de un atlas nacional, en donde se establezcan no sólo los focos rojos en cuanto a laderas o zonas de riesgo para inundaciones o sismos, sino también los peligros por obras del hombre, como los ductos de las refinerías.

Las autoridades de Protección Civil a escala nacional reconocen que este trabajo es costoso; tan sólo en los atlas existentes el Centro Nacional para la Prevención de Desastres (Cenapred) tiene detectadas 22 mil capas, esto es, elementos de análisis y posible riesgo.

En 28 estados ya terminaron sus atlas, pero no los terminaron bien porque no están homologados, no tienen el mismo criterio unos y otros, y en este sentido de nada servirá la Ley General de Protección Civil, señaló Luis Felipe Puente, coordinador nacional de Protección Civil.

Explicó que si no hay un eficiente diagnóstico para el ordenamiento del territorio, el día de mañana un alcalde puede emitir una autorización para la construcción de casas en una cuenca y a escala nacional no se podría castigar esta acción.