A más de cien años del natalicio y a casi 59 del fallecimiento de Frida Kahlo, la historia de la pintora llegará a escenarios internacionales en forma de musical con la puesta en escena Frida, realizada por la compañía mexicana de danza Arcuen Producciones, que el próximo octubre comenzará su gira por varias ciudades de Estados Unidos y Canadá.

Creado por Marcos Lifshitz, ese musical narra las reflexiones de la artista cuando se encontraba en agonía por las enfermedades, accidentes y desamores que padeció a lo largo de su vida.

No es una semblanza biográfica, es una obra especulativa, enfatiza Octavio Salazar-Villava, director del musical, en un documento enviado a La Jornada.

Quizá sea, en todo caso, una reflexión sobre el balance que cada uno de nosotros puede hacer en retrospectiva de la propia vida, logros y desastres, asevera Salazar-Villava.

Propuesta muy mexicana

El elenco de la producción, integrado por 28 actores-bailarines y cantantes, ensaya desde febrero el nuevo montaje, que iniciará gira el 25 y 26 de octubre en California, y se espera que en noviembre llegue a Canadá.

La propuesta incluye 19 temas musicales, entre los que figuran Pobre Frida, canción en la cual el elenco hace un efecto de teatro negro en forma de ballet y recrea, de forma realista, el accidente en el que Frida Kahlo se lesionó; Xochimilco, donde la pintora recuerda las vivencias que tuvo con sus padres, y Un canto a la vida, donde la trama concluye con la muerte del personaje.

Frida es claro ejemplo de cómo el arte se puede convertir en una maravillosa herramienta para sublimar el sufrimiento humano y, al mismo tiempo, expresar emociones que de otra forma se quedarían inevitablemente incrustadas en nuestro inconsciente, agregó Marcos Lifshitz.

La coreógrafa de esta producción, Klaudia Casillas, concluye que esta puesta es un musical mexicano, porque está hecho e interpretado por artistas nacionales con una visión muy personal, que no busca imitar o asemejarse a los musicales tradicionales.