Una vez concretado el paro no es posible una liquidación, advierten abogados
Martes 4 de junio de 2013, p. 5
El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana sostuvo ayer que fue el gerente de Recursos Humanos de Frisco, Ernesto Chávez, quien anunció a los trabajadores de la mina El Coronel, en Zacatecas, que la empresa había decidido despedir a los 740 que se oponen al ‘‘magro reparto de utilidades’’ que se les otorgó este año –menor en 50 por ciento al de 2012–, y que votaron en favor de afiliarse al gremio que encabeza Napoleón Gómez Urrutia.
Aunque posteriormente en el Distrito Federal, la Minera Frisco señaló que no había tal despido, ‘‘sin embargo, no pudo explicar por qué hacia el fin de semana pasado, en el propio centro de trabajo, los representantes de la compañía hicieron tal anuncio a los trabajadores en voz del mencionado Ernesto Chávez, incluso ante medios de comunicación locales’’, planteó esta organización.
Al respecto, abogados del sindicato indicaron que en los casos de las huelgas del sector minero, la primera amenaza que hacen las empresas es el despido masivo de trabajadores, lo cual es ilegal y lo prohíbe la Ley Federal del Trabajo (LFT), ya que una vez que se concreta el paro de labores no es posible su liquidación.
En todo caso, si la empresa quisiera tomar una acción de esta naturaleza tendría que iniciar un proceso legal, porque los trabajadores en huelga no pueden ser liquidados; se tendría que llevar un juicio y serían las juntas federales de conciliación y arbitraje las que dictaminarían, primero el estado de la huelga y luego la situación de los trabajadores, según explicaron.
A su vez, el sindicato minero indicó que en una reunión con Ernesto Chávez y otros representantes de la empresa, los trabajadores plantearon que para levantar la huelga se tenían que dar garantías de que se iba a entregar un reparto de utilidades conforme a sus demandas; asimismo, respetar su derecho de afiliarse al sindicato nacional minero, para lo cual ya nombraron a un comité ejecutivo local y desconocieron al de Carlos Pavón y a los porros de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC).
Además, exigieron que no haya represalias. Sin embargo, todos esos puntos fueron rechazados por los representantes de Minera Frisco. Los representantes patronales les anunciaron que la empresa había decidido despedirlos, por lo que los mineros desconocieron como interlocutor al gerente general, Guillermo Jaso Moreno, quien incluso ‘‘estaba repartiendo dinero a los esquiroles para que atacaran a los mineros auténticos’’, según sostuvo el sindicato.
Arnulfo Aguirre Vázquez, delegado especial del sindicato minero en Zacatecas, planteó que el despido de los 740 trabajadores sería ilegal y dijo que las familias de los afectados decidieron acompañar el paro que mantienen desde el 28 de mayo.
A su vez, los trabajadores negaron su pertenencia al llamado ‘‘Frente Minero’’, que se mueve a instancias del sindicato que dirige Carlos Pavón, y lo responsabilizan de haber pactado con la empresa la merma de su reparto de utilidades, y mantienen su disposición a afiliarse al sindicato que encabeza Napoleón Gómez Urrutia.
Finalmente, el sindicato reitera su petición de que el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, atraiga el asunto y respete la libre decisión de los trabajadores; asimismo responsabiliza a Minera Frisco de ‘‘hechos de sangre que pudieran ocurrir por parte de los esquiroles’’.