En ocho años sólo se tiene un avance de 10 por ciento, informa investigador del INAH
Con presupuesto suficiente se lograría en cinco años y no en 20, indica Víctor Arribalzaga
Jueves 30 de mayo de 2013, p. 6
Texcoco, Méx., 29 de mayo.
El templo dedicado al dios mexica de la lluvia, ubicado en Monte Tláloc, zona arqueológica que se encuentra a 4 mil 150 metros de la Sierra Nevada, entre Río Frío y Texcoco, no cuenta con el presupuesto suficiente para su restauración, señaló Víctor Arribalzaga Tobón, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), responsable del rescate arqueológico.
En ocho años de trabajos sólo se lleva un avance de 10 por ciento, pues al momento se ha logrado la reconstrucción de parte de los muros de la entrada principal.
Monte Tláloc tiene una estructura principal, con forma de adoratorio cuadrangular, mide 60 por 50 metros, y desde su base se inicia una calzada de 150 metros de largo por siete metros de lado a lado, que cumplía la función de recibir las peregrinaciones al templo.
Abarca un perímetro de más de 4 mil metros y se presume que fue construida hace más de mil años. Por la altura a la que se encuentra, hace de esta zona la más antigua y extensa del mundo a ese nivel de montaña.
El arqueólogo destacó que por la condición agreste del terreno, las labores se dificultan, ya que cada día tienen que subir y bajar al menos 200 metros del punto donde se colocó el campamento a la zona arqueológica para realizar los trabajos de rescate, donde las subidas son muy pronunciadas y de difícil acceso.
Explicó que para realizar el rescate de los muros de Monte Tláloc enfrentan inconvenientes, como la escasa mano de obra calificada y el suministro de alimentos por falta de recursos.
Sitio sagrado de peregrinaje
Arribalzaga Tobón manifestó que en ocho años se han aplicado sólo 400 mil pesos para las obras de restauración y señaló que por no contar con presupuesto suficiente los trabajos están programados a 20 años. Estimó que para la reconstrucción de muros y espacios interiores se necesita cuando menos un millón de pesos al año.
De contar con un presupuesto adecuado, la restauración de muros y espacios de la zona, para dejarla como se encontraba, se haría en unos cinco años. Además, el análisis de los materiales encontrados se haría en tres años más
.
El arqueólogo del INAH afirmó que se conoció que este era sitio sagrado de peregrinaje, porque la montaña fue utilizada como un tetzacualco u observatorio astronómico; el monte Tláloc fue escenario de una serie de ritos relacionados con el señor del trueno, la lluvia y la fertilidad
, que tenía la finalidad de propiciar buenas cosechas y una relación armoniosa con la naturaleza.
El templo, indicó, es muy antiguo, ya que se ha hallado evidencia arqueológica del 350 dC
. En el adoratorio se realizaban infinidad de observaciones y cómputos astronómicos y calendáricos, como el que se registra entre el 7 y 11 de febrero, el cual marcaba el inicio del año solar para los mexicas.
Víctor Arribalzaga Tobón comentó que en el sitio a Tláloc, el 12 de febrero se puede observar un fenómeno astronómico, donde el sol puede verse sobre las cumbres del pico de Orizaba (Citláltepetl) y La Malinche; “esos cinco días se conocían como nemontemi o días ‘baldíos’ o ‘sobrados’ por los aztecas. Lo que consideramos como un marcador en el entorno con un error de un día cada cien mil años, lo que permitía ajustar el calendario.