Partidos de izquierda critican que se premie a sátrapa
Jueves 23 de mayo de 2013, p. 14
Con los votos de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), Verde Ecologista de México (PVEM) y Alianza Nacional (Panal), la Comisión Permanente autorizó al ex presidente Felipe Calderón aceptar y usar la condecoración de la Orden del Mérito Civil en grado de collar que le confirió el gobierno del reino de España
El aval fue cuestionado por legisladores de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano, quienes consideraron que es en mérito de las facilidades que el panista concedió a empresas del país europeo en la explotación de agua, playas y combustibles y generación de electricidad.
En un amplio debate, el coordinador de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal Ávila, reprochó: esta Comisión Permanente no puede convertirse en cómplice; no puede premiarse a un sátrapa, a un genocida, a alguien que está acusado de genocidio en tribunales internacionales
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Sostuvo que el PAN votó por concederle el permiso a Calderón, cuando en ese partido “lo que está en la agenda es la descalderonización; ahora, los panistas se insultan llamándose calderonistas. Ese es el peor insulto que le pueden hacer a un panista del neopriísmo”.
Roberto Gil pidió permiso al recién depuesto coordinador del PAN, Ernesto Cordero, para responder a Monreal. En tribuna, el ex secretario de Calderón argumentó que la facultad del Congreso para autorizar a un ciudadano mexicano aceptar y portar medallas de gobiernos extranjeros es anacrónica, y afirmó que quienes se opusieron no han superado la Conquista española y pretenden resolver así esa vieja esquizofrenia
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Monreal refirió que en la investigación de corrupción por el denominado caso Nóos al yerno del rey de España Iñaki Urdangarin se le relaciona con solicitudes expresas a Calderón para que empresas españolas recibieran facilidades de inversión.
Y ahora resulta que avalamos este nombramiento para el señor Calderón, cuando la realeza está puesta en el banquillo. Es un escándalo.