Domingo 12 de mayo de 2013, p. 3
Las políticas de austeridad y reducción del endeudamiento público que se aplicaron como supuesta cura ante la crisis de deuda en los países de la eurozona –que ya se prolonga tres años y ha dado como resultado estancamiento económico, crecimiento de la pobreza y niveles inéditos de desempleo: más de 27 por ciento en España y Grecia, mientras la desocupación juvenil supera 50 por ciento de su población– se basaron en la tesis de que reducir el déficit fiscal era condición necesaria para crecer.
Esta teoría fue planteada por Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, economistas de la Universidad de Harvard, quienes en 2010 publicaron un artículo titulado Crecimiento en tiempos de endeudamiento, en el que asentaron que cuando la deuda pública supera 90 por ciento del producto interno bruto (PIB) deja de haber crecimiento. La conclusión fue que la máxima prioridad es reducir el endeudamiento para poder crecer.
Los economistas de Harvard, entonces aclamados a escala mundial y reconocidos entre los simpatizantes de la disciplina fiscal, ganaron fama a partir de la publicación –un año antes– de un libro sobre las crisis de deuda pública, que abarca un periodo de más de 200 años sobre el comportamiento económico de varias docenas de países. El libro recibió premios y homenajes y fue tomado como una obra referente en medio de la crisis financiera que, a pesar de que tuvo su origen en el sector privado, enfocó su análisis sobre el endeudamiento público.
Dicho artículo fue publicado después de que Grecia se declaró en crisis y solicitó el primer rescate financiero internacional en la eurozona, a cambio de estrictas condiciones de austeridad y disciplina fiscal.
Estatus sagrado de guardianes de la responsabilidad fiscal
Reinhart y Rogoff alcanzaron rápidamente un estatus casi sagrado entre los autoproclamados guardianes de la responsabilidad fiscal; la afirmación sobre el punto de inflexión se trató no como una hipótesis controvertida, sino como un hecho incuestionable
, apunta el economista Paul Krugman en un artículo.
El también profesor de Princeton y premio Nobel recuerda que un editorial de The Washington Post de principios de este año advertía sobre un posible relajamiento de la guardia en el frente del déficit, porque estamos peligrosamente cerca de la marca de 90 por ciento que los economistas consideran una amenaza para el crecimiento económico sostenible
. Krugman señaló: fíjense en la expresión: los economistas
, no algunos economistas
, y no digamos ya algunos economistas, a los que contradicen enérgicamente otros con credenciales igual de buenas
, que es la realidad, en el artículo titulado La depresión del Excel, publicado en abril pasado en el diario español El País.
El artículo de Krugman se refiere al análisis que realizaron Thomas Herndon, Michael Ash y Robert Pollin, economistas de la Universidad de Massachusetts, quienes analizaron el estudio de Reinhart y Rogoff y trataron de repetir el ejercicio estadístico.
Los economistas de Massachusetts descubrieron que sus colegas de Harvard incurrieron en errores elementales de estadística, manipulación de datos y fallas en el manejo de la hoja de cálculo del conocido programa Excel. Al utilizar la misma base de datos, encontraron que para los países con endeudamiento por arriba de 90 por ciento del PIB la tasa de crecimiento es positiva y superior a 2 por ciento, no negativa, como afirmaron Reinhart y Rogoff.
¿Fue un error de codificación de Excel lo que destruyó las economías del mundo occidental?
, plantea Krugman, y aclara: debemos situar el fiasco de Reinhart y Rogoff en el contexto más amplio de la obsesión por la austeridad: el evidentemente intenso deseo de los legisladores, políticos y expertos de todo el mundo occidental de dar la espalda a los desempleados y, en cambio, usar la crisis económica como excusa para reducir drásticamente los programas sociales
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