Viernes 3 de mayo de 2013, p. 19
En abril de 2001, la justicia militar ejerció acción penal en contra del general brigadier Ricardo Martínez Perea, quien fue acusado de proteger al cártel del Golfo con base en un testimonio anónimo que no se comprobó durante el Consejo de Guerra, pero que fue suficiente para sentenciarlo a 15 años de prisión.
El fiscal militar que llevó el asunto fue el mayor Gerardo Salazar Bolaños, quien estaba bajo las órdenes directas del entonces procurador castrense Rafael Macedo de la Concha; el pasado lunes (12 años después), el ex subprocurador en Delincuencia Organizada, Cuitláhuac Salinas, aseguró que el mismo militar fue quien armó la acusación en contra del general Tomás Ángeles Dauahare, quien finalmente está libre por falta de pruebas.
La hija del general Martínez Perea, Bertha Martínez, acusó al mayor Salazar Bolaños que, siendo ministerio público militar, se burló del general Martínez Perea y de su familia, solicitando que también fueran arrestadas las hijas de éste, porque no sabía cómo hacer para inculparlo con un anónimo y testigos de oídas
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La hija del militar se dirigió a través de las redes sociales al secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda para solicitarle una audiencia y para que abra el caso del general Martínez Perea, quien pide ser escuchado, quien pide justicia en una causa basada en un anónimo, investigaciones no corroboradas
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Recuerda que al general le truncaron una carrera de 55 años, y no se imagina usted señor secretario, la cantidad de gente de tropa, oficiales, jefes, generales que se sienten impotentes de no poder hacer nada, por quien recibió felicitaciones de tres secretarios de la Defensa Nacional, por la DEA, quien ocupaba los primeros lugares en decomisos de droga. Pero estorbó y lo mandaron a encerrar
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