a candidatura de Herminio Blanco Mendoza –ex funcionario de los gobiernos salinista y zedillista, auspiciada por la actual administración federal– a la dirección de la Organización Mundial de Comercio (OMC), recibió ayer el respaldo de empresarios financieros del país, entre ellos el titular del Grupo Interacciones, de Carlos Hank González. El economista mexicano compite con el diplomático brasileño Roberto Azevedo, quien coordinó exitosamente las demandas de su país por los subsidios al algodón aplicados por Estados Unidos, así como contenciosos contra la Unión Europea por el comercio internacional de azúcar y neumáticos.
Aunque ambos han manifestado su compromiso con la liberalización comercial, sus respectivos discursos y trayectorias denotan dos visiones y dos actitudes muy distintas entre sí. Mientras el sudamericano es considerado promotor de los intereses de las economías emergentes –como la de su país– y de un orden internacional multipolar, el mexicano es visto como el candidato de los países ricos
, principalmente Estados Unidos y los que integran la Unión Europea.
Entre 1988 y 2000 Blanco ocupó, sucesivamente, la subsecretaría de Comercio Internacional (desde la que dirigió al equipo mexicano en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la coordinación del Consejo Nacional de Desregulación y la entonces Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi) –hoy Secretaría de Economía–. En esos años México emprendió una apertura comercial indiscriminada (34 instrumentos de libre comercio con otros tantos países o bloques) que tuvo impactos sociales gravísimos, particularmente en el agro y entre los sectores urbanos más desfavorecidos, el gobierno se deshizo de casi toda la propiedad pública, se emprendió una ofensiva sin precedente contra el sector social de la economía (ejidos y cooperativas, en primer lugar) y se llevó a cabo una desregulación inspirada en el darwinismo económico de Firedrich Hayek y Milton Friedman.
Más allá de su afiliación a la ortodoxia neoliberal, Blanco es recordado porque durante su administración como secretario de Comercio tuvo lugar el episodio vergonzoso y trágico del Registro Nacional de Vehículos (Renave), entidad que habría de ser operada o concesionada
por la Secofi. En forma inexplicable, la operación del Renave fue adjudicada en agosto de 1999 a la empresa Talsud, del ex militar argentino Ricardo Miguel Cavallo, la cual ofreció cobrar 43 pesos de la época por cada registro vehicular, en tanto que las otras competidoras ofrecían una cuota de 75 pesos en promedio. Pero al iniciar operaciones la tarifa se había elevado a 546 pesos.
Aquello era tan inaceptable que el propio Blanco ofreció una rebaja
de 50 por ciento para los propietarios de automóviles usados. El Renave entró en operación en febrero de 2000, con la oposición de varios gobiernos estatales, pese a que según organismos empresariales constituía un negocio poco transparente
y a que Talsud tenía en varios países latinoamericanos demandas por quiebras fraudulentas y otras actividades delictivas.
En agosto de 2000 el juez español Baltasar Garzón emitió una orden internacional de captura contra Cavallo, quien durante la dictadura militar (1976-1983), y en su calidad de teniente, cometió crímenes atroces –homicidios, secuestros, torturas– contra decenas de opositores políticos. El ex militar fue detenido en Cancún, cuando intentaba escapar a Argentina, e internado en el Reclusorio Oriente. El hecho generó un clamor por la renuncia de Herminio Blanco. Éste guardó silencio durante cinco días, al cabo de los cuales convocó a una conferencia de prensa en la que dijo que no dimitiría, aseguró que el Renave no resultaría afectado por la captura de su director y, ante la estupefacción de los presentes, afirmó: Cavallo no tiene acusación de robo de vehículos ni de falsificación de documentos, las acusaciones sólo son por genocidio y tortura
(La Jornada, 29/08/2000).
No terminaron ahí las cosas. El 6 de septiembre el subsecretario de Comercio Raúl Ramos Tercero, responsable directo de la operación del Renave, fue hallado sin vida en el parque nacional La Marquesa, estado de México. Ante el escepticismo generalizado, las autoridades mexiquenses aseguraron que el funcionario se había suicidado practicándose cortes en diversas partes del cuerpo con un cutter. Blanco, por su parte, siguió en el cargo hasta el 30 de noviembre de 2000 y después pasó un largo periodo dedicado a actividades empresariales privadas. Ahora podría convertirse en el próximo titular de la OMC.