Guadalajara, Jal., 28 de abril.

La apuesta del Querétaro, prácticamente descendido, es tan sólo por regalarse una despedida digna y llena de victorias, como la que asestó a las Chivas por 2-1, lejos de la goliza épica que requería para evitar el descenso. El desdibujado Rebaño, en cambio, sumó su sexta derrota consecutiva y confirmó su exclusión de la liguilla en el cierre de la jornada 16.

Las anotaciones de Gallos fueron un autogol de Sergio Pérez, al minuto 37; aumentó la cuenta Wilberto Cosme, al 52, y Abraham Coronado descontó por los de casa, al 67.

Pese al escenario semivacío, la rechifla fue sonora en el estadio Omnilife, donde el Rebaño se fue al vestidor con la derrota parcial de 1-0. El choque había comenzado flojo, con desgano. Los 22 jugadores no podían ocultar su desánimo. El Guadalajara sin aspiraciones de nada, mientras los Gallos Blancos arrastraban las piernas horas después del empate del Puebla ante Atlas, que virtualmente los lanzó al descenso.

Ignacio Ambriz, timonel de los queretanos, hacía esfuerzos por alentar a sus dirigidos, con gritos y ademanes los impulsaba al frente. Así fue como al minuto 19 Julio Nava envió un centro al área que Wilbert Cosme remató casi a bocajarro, pero el portero Luis Michel tuvo una gran reacción y manoteó para desviar.

Al minuto 27 Gonzalo Pineda recibió cartón rojo por su brusca barrida con los tachones por delante sobre Carlos Cisneros. Sin embargo, los rojiblancos estuvieron lejos de aprovechar su ventaja numérica y al minuto 37 Apodí escapó por la derecha, sacó un centro al azar, con la esperanza de que algún compañero fuera al remate, pero fue Sergio Cherokee Pérez el que, en su afán de despejar, se enredó con el balón para terminar clavándolo en su propia meta.

El técnico local, Benjamín Galindo, quiso dar otra cara a su equipo y comenzó el complemento con el ingreso de Ángel Saldívar y Raúl López por Jorge Enríquez y Carlos Fierro. Al minuto 51 agotó sus relevos con la entrada de Abraham Coronado.

Las somnolientas Chivas ni así mejoraron, por el contrario, recibieron el segundo tanto al minuto 52, cuando Amaury Escoto avanzó por la derecha con la mira fija en el área y mandó un centro que exhibió a la zaga rojiblanca: Héctor Reynoso y Kristian Álvarez se confundieron, cada uno esperaba que el otro resolviera y el portero Michel también se quedó petrificado. Entonces llegó Wilberto Cosme y estiró la pierna para dar dirección al balón y establecer el 2-0.

Los Gallos se convencieron de la inofensividad del Rebaño y al minuto 67 pagaron caro su confianza, porque nadie osó marcar a Abraham Coronado, quien se perfiló al frente y disparó con potencia a media altura. El portero Sergio García no pudo atajar el obús que decretó el 2-1 que pareció motivar a los rojiblancos.

El Guadalajara se apropió de la pelota y la transitó en terreno de los queretanos que se concentraron a la defensiva cerrando huecos y alejaron cualquier balón a la deriva. Los últimos 10 minutos se jugaron a medio gas.

El arquero Matute García alberga una mínima esperanza: Esto se acaba hasta el último partido. Hablamos en el vestidor y no vamos a bajar los brazos. Nos vamos con tres puntos que dedicamos a la afición que está aquí a pesar de los momentos difíciles.

En la última fecha Gallos se mide al Puebla, que tiene tres puntos más y mejor diferencia de anotaciones. Sólo una goleada del Querétaro impediría el descenso.