El fotógrafo brasileño Sebastião Salgado acudió ayer al Museo de Historia Natural, en Londres, para participar en la preinauguración de su exposición Génesis, que reúne una serie de trabajos los cuales por primera vez mostrará, pues la apertura al público será el jueves 11.

En esa serie dejó impresa la vida en equilibrio, un regreso al origen del planeta, un recorrido por los últimos espacios inmaculados y prístinos, más de 200 imágenes en blanco y negro que captan las esquinas más lejanas y salvajes de la Tierra, con sus animales y comunidades indígenas que viven según los mandatos de los ancestros.

La serie es la culminación de ocho años de trabajo y de exploración por 32 países.

Muchos de nosotros vivimos en ciudades, amputados completamente del planeta. Mi deseo fue la experiencia de vivir con personas vinculadas verdaderamente con la naturaleza, cita el museo británico al artista que se ha preocupado por retratar a migrantes y trabajadores. “Fue un placer volver a la naturaleza. Deseé presentar el planeta en mi lenguaje: la fotografía. Y así llegó Génesis”.

El regreso a su natal Aimores, donde Salgado creció en una granja en medio del bosque tropical, desató Génesis, relató el fotógrafo en una entrevista que reproduce el museo sobre la exposición. Era el paraíso junto a la naturaleza y ver toda clase de animales. Cuando visitó el lugar a principios de los años 90 del siglo pasado lo encontró devastado por la llegada de la civilización y la explotación de la tierra. Sólo 3 por ciento de bosque permanecía en pie. Al final, es nuestra historia. Es importante preservar nuestro bosque.

Durante ocho años Salgado viajó alrededor del mundo para producir la colección de imágenes y enfocó el ámbito natural por primera vez. A veces, vivió al lado de los retratados. Viví en climas intimidantes y extremos, indicó. Por ejemplo, con la etnia nenet al norte de Siberia, con cuyos integrantes viajó por 40 días. Ellos viven a temperaturas de 40 grados centígrados bajo cero, lo que le provocó descubrir el sentido de lo esencial.

Salgado, uno de los fotógrafos más reconocidos a escala mundial, tomó por primera vez a los 29 años una cámara, préstamo de su esposa, Leila Wanik, quien es la curadora de la muestra. Así inició una carrera en la que ha realizado ensayos documentales con el encuadre en temáticas sociales, como la explotación y la crueldad del capitalismo, como Otras Américas, en 1986; Trabajadores, en 1993, y Migraciones y niños, en 2000.

Bullan las aguas de animales vivientes y aves que revoloteen sobre la tierra frente al firmamento celeste, dijo Dios. La cita es parte del primer capítulo del proyecto de Salgado, que abre las ventanas del planeta en Galápagos. El Génesis, el principio, el origen de las especies, diría Darwin.

La aventura del cazador de imágenes se divide en cinco temas: santuarios, planeta sur, África, Espacios del Norte, la Amazonia y pantanales. Acompañado por científicos de la Unesco, la idea fue fotografiar ejemplos de los ecosistemas más puros y se organizaron proyectos por región, lugares importantes por su historia ecológica y humana.