Rechazan que sean estadísticas, daños colaterales, bajas y mucho menos delincuentes
Viernes 29 de marzo de 2013, p. 27
Monterrey, NL, 28 de marzo.
Con apego a la tradición católica de la visita a los siete templos
, familiares de desaparecidos de Nuevo León recorrieron iglesias de la zona metropolitana de Monterrey para exigir a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial que se haga justicia y se localice a sus seres queridos.
Los manifestantes visitaron la catedral, la basílica del Roble, la capilla de los Dulces Nombres, el Sagrado Corazón, el templo de San Judas Tadeo, la iglesia del Perpetuo Socorro y Nuestra Señora de Dolores.
Cristina Olivares, hermana de Miguel Ángel Olivares Macías, quien fue levantado junto con tres amigos el 23 de mayo de 2010, cuando departían en un paraje de la presa de la Boca, municipio de Santiago, explicó que la tragedia y el dolor los unió y decidieron salir a la calle para hacer un momento de oración por cada una de las víctimas que fueron privadas ilegalmente de la libertad por autoridades o miembros de la delincuencia.
En dichas prácticas, que dejaron más de mil desaparecidos en la entidad durante los cuatro años pasados, han estado implicados en algunos casos agentes ministeriales y de tránsito, policías y hasta efectivos de la Marina.
Son desaparecidos que tienen padre, madre, esposa, hijos, hermanos, por lo que lloramos su ausencia todos los días; no son números, no son estadísticas, no son daños colaterales, ni bajas de una guerra y, sobre todo, no son delincuentes, como se les ha etiquetado, y aunque lo fueran, nadie tenía el derecho de raptarlos y desaparecerlos
, denunció Olivares.
Olivares agregó: Hemos recorrido un largo camino tocando las puertas en los tres niveles de gobierno, haciendo valer nuestros derechos de ciudadanos y de víctimas, pidiendo justicia y la localización de nuestros seres amados que siguen desaparecidos
.
Sin embargo, dijo, las autoridades con sus omisiones, negligencias y dilataciones nos han condenado a un mayor sufrimiento, a una agonía sin fin y a saber si en algunos casos también ellos han condenado a muerte a nuestros familiares desaparecidos, al no actuar con la oportunidad que se requiere
.
El acto también fue para solidarizarse con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, iniciado hace dos años por el poeta Javier Sicilia a raíz del asesinato de su hijo Juan Francisco.