Bruselas, Bel., 18 de marzo.

El director del departamento médico de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), Michel D’Hooghe, advirtió que el abuso que hacen los jugadores al recurrir a los antinflamatorios puede convertirse en un problema más grave que el dopaje.

El galeno expuso que los futbolistas jóvenes están usando en demasía estos medicamentos para combatir todo tipo de golpes o molestias musculares, sin tomar en cuenta que pueden dañar severamente los riñones, el estómago y hasta los intestinos.

Lo más alarmante es que vemos que se usa cada vez más en la categorías juveniles, expresó D’Hooghe en una entrevista.

Consideró que el creciente uso de estos medicamentos en las categorías juveniles fue comprobado durante la pasada Copa Mundial Sub-17 de 2011, organizada en México, además de que su utilización ha ido en constante crecimiento.

De allí que el especialista llame la atención en que si bien es cierto que los casos de dopaje entre los juveniles no son graves, la FIFA debería tomar cartas en otros asuntos que también deben ser atendidos.

Así las cosas, el médico dio un grito de alarma: El dopaje no es nuestro problema más grande. Los antinflamatorios sí lo son.

Recordó que desde el certamen mundial juvenil de Sudáfrica 2010 detectó –porque los equipos debían informar con anticipación qué medicinas usaban– que en general 34.6 por ciento de los participantes recurrían a antinflamatorios, cuando en la justa anterior eran 29 por ciento.

Explicó que la FIFA mantiene una observación constante sobre este problema, que va en aumento. Una de las causas es que hay demasiados partidos y el jugador no tiene el reposo que necesita para reponerse.

De allí la importancia de difundir una cultura para moderar el uso de los antinflamatorios, porque ahora puede llegar un momento en que el futbolista piense que no puede jugar sin las pastillas.

Este tema, adelantó, será central en la conferencia médica que organiza la FIFA para el año que viene en Marrakesh.