El artista ruso ofrecerá cuatro conciertos consecutivos en la Sala Nezahualcóyotl
Cuando cumplí cinco años, señala en entrevista con La Jornada, dije a mi madre: quiero ser pianista; frente al piano pregunté: ¿cómo hago? sólo pon tus manos
; ahí me hice músico
Viernes 15 de marzo de 2013, p. 3
El verdadero desafío de todo intérprete consiste en lograr sentir y hacer sentir su instrumento, apoderarse y transmitir el ilimitado poder de la música
. Tal es la forma de pensar del pianista Nikolay Khozyainov.
A sus 20 años, quien es considerado una de las más prometedoras figuras de ese instrumento en su natal Rusia y el resto de Europa, llega por primera vez a México.
De ello dan constancia los numerosos premios que ha obtenido en su breve carrera. Tan sólo el año pasado fue ganador del Concurso Internacional de Piano de Dublín, así como del segundo lugar en el Concurso Internacional de Sydney, además de ser galardonado por la interpretación de obras de Liszt y Schubert.
La capacidad, el talento y el poderío del joven intérprete serán puestas a prueba en esta primera incursión artística en tierras mexicanas, pues en cuatro días deberá ofrecer igual número de presentaciones, con tres diferentes programas.
Dos de ellas, este sábado y el domingo, serán como solista de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (Ofunam), en las que interpretará el Segundo Concierto para piano y orquesta de Sergei Rachmaninov.
Ese mismo domingo, pero por la tarde, actuará como solista al lado de la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata (Ojuem), con el Concierto para Piano número 22 de Wolfgang Amadeus Mozart.
La última de sus actuaciones tendrá lugar el martes 19 con un recital integrado por obras de Haydn, Ravel, Prokofiev, Chopin y Liszt. La Sala Nezahualcóyotl será el escenario de todas esas presentaciones.
Talento y disciplina férrea
No sólo por la aparente fragilidad de su anatomía, sino por su comportamiento un tanto introvertido, Nikolay parece un adolescente como de 15 años, de piel nívea, rostro aniñado y dorados cabellos hirsutos.
Esa imagen se transforma en cuanto se posa frente al piano y comienza a tocarlo. Su figura se engrandece y se torna poderosa, desafiante.
El piano y la música son mi vida. Supe que lo serían desde que vi y escuché por vez primera un piano. Eso ocurrió cuando tenía cinco años y cursaba la educación prescolar
, destaca el intérprete en entrevista durante un receso del ensayo.
Recuerdo que ese día le dije a mi madre que yo quería uno de esos instrumentos. Así que me llevó donde había uno y en cuanto lo tuve enfrente le pregunté qué hacer. Me dijo: sólo pon las manos sobre él. Así fue como me convertí en el primer músico de mi familia. Mi papá es militar y mi mamá pediatra.
A su decir, tocar el piano es una actividad cómoda y relativamente sencilla, dentro de las dificultades técnicas y mecánicas que entraña. El verdadero desafío consiste, considera, en poseer la musicalidad y lograr expresarla, comunicarla.
Si una convicción mantiene es que todo gran intérprete es un ser agraciado con el don del talento. Sin embargo, considera que eso no es suficiente, pues también se requiere de una férrea disciplina y mucho trabajo cotidiano.
De su caso, aclara que nunca se ha preocupado por medir el tiempo que dedica a estudiar, debido a que su vida está totalmente volcada hacia la música, ya sea escuchándola en discos o en vivo, leyendo sobre ella o ensayando.
Si bien la ópera es el género que más le apasiona, su espectro de gusto musical es muy amplio. Aunque sólo dentro de la vertiente de concierto, pues ni el rock ni el pop ni ningún otro tipo de expresión comercial es de su interés: Disfruto de las músicas de todas las épocas, desde los ancestrales cantos gregorianos hasta las obras más contemporáneas
.
Un arte nuevo, siempre
Para Nikolai Khozyainov, la gran virtud de la música consiste en que es un arte nuevo siempre
, sin importar si se trata de una obra muy conocida o de reciente creación.
Cada vez que toco, es como crear y recrear por vez primera una obra, es hacer vivir algo de donde antes había nada. Ese es el gran poder de la música, es algo que proviene del alma y se extiende muy lejos
, indica.
Esa es la razón por la que yo quiero consagrarle mi vida, hacer la mayor cantidad de música posible. Aunque sé que mi existencia será insuficiente para tocar todo lo que yo quisiera.
Los conciertos de Nikolay Khozyainov con la Ofunam serán mañana sábado a las 20 horas y el domingo a las 12; mientras que con la Ojuem tendrá lugar este domingo, pero a las 18 horas; el recital, en tanto, será el martes a las 20:30 horas.
Todas las presentaciones del pianista ruso serán en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario (avenida Insurgentes Sur 3000).