En el Hemiciclo a Juárez, una veintena de activistas de Greenpeace desplegaron una manta de 21 metros cuadrados con una pregunta al presidente Enrique Peña Nieto: Transgénicos, ¿sí o no?

La organización informó que planteó esta pregunta en el contexto de los primeros cien días de gobierno y ante el silencio que la actual administración ha guardado en torno al estado de las solicitudes para la siembra comercial de maíz transgénico en Sinaloa y Tamaulipas, las cuales debieron resolverse hace una semana y oficialmente no se conoce la resolución.

Esto ocurrió mientras el mandatario federal inauguraba el foro de consulta ciudadana México, actor con responsabilidad global, frente al hemiciclo, en las instalaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Los manifestantes de Greenpeace lo llamaron a proteger el maíz como bien común de la sociedad y no dejarlo en manos de empresas transnacionales como Monsanto, Pioneer y Dow Agrosciences, las cuales, con el argumento de terminar con el hambre en el país, “esconden la ambición de monopolizar el grano.

Para que México pueda ser congruente con su política de responsabilidad global, debe defender al maíz mexicano y evitar a toda costa que la producción nacional sea contaminada por el flujo génico del maíz transgénico. Es una responsabilidad del Estado mexicano la protección de uno de los principales reservorios de semillas nativas del planeta y del principal alimento de los mexicanos, señaló Aleira Lara, coordinadora de la campaña de Agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace.