Domingo 10 de marzo de 2013, p. 7
El 22 de diciembre de 1997, alrededor de 90 integrantes de un grupo paramilitar asesinaron en la comunidad de Acteal, municipio de Chenalhó, a 45 hombres, mujeres y niños indígenas tzotziles pertenecientes a la organización civil Las Abejas, quienes se encontraban orando en el momento del ataque.
Aunque la administración del presidente Ernesto Zedillo intentó presentar los hechos como consecuencia de un supuesto enfrentamiento intercomunitario, diversos colectivos de la sociedad señalaron que la matanza fue producto de una estrategia contrainsurgente diseñada y aplicada desde el gobierno federal para golpear a las bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Meses después de los hechos fueron inculpados 26 indígenas como supuestos autores materiales del ataque, pero fueron saliendo de la cárcel poco a poco luego que sus abogados defensores alegaran que el proceso judicial había sido inválido por la fabricación
de culpables a cargo del entonces titular de la Procuraduría General de la República, Jorge Madrazo Cuéllar.
Pese a que las consecuencias inmediatas de la masacre fueron la renuncia del secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet, y del gobernador de Chiapas, Julio César Ruiz Ferro, la asociación civil Las Abejas ha insistido en que el crimen permanece en la impunidad, ya que ningún funcionario de alto rango –entre ellos Ernesto Zedillo– ha sido juzgado aún.