Los Jaguares de Chiapas rescataron el empate en el último minuto, igualaron 1-1 ayer en el desolado estadio Azul, donde los gritos de “fuera Memo” retumbaron en diversos momentos, debido al fastidio del público por el pobre espectáculo, con una Máquina que dominó casi todo el partido, pero sus atacantes fueron incapaces de anotar.

El tanto de los azules fue de Nicolás Bertolo, mientras Jesús Corona metió el balón en su portería ante el acoso de Luis Gabriel Rey, a quien el árbitro Fabrizio Morales otorgó el gol. Los cementeros llegaron a 11 puntos y los chiapanecos tienen seis.

El equipo anfitrión salió con mayor determinación. El colombiano Teófilo Gutiérrez y el argentino Nicolás Bertolo imaginaron que era su momento; a ellos se sumó el mexicano Pablo Barrera, quien aprovechó su buen toque para atacar alternadamente por los costados.

Al minuto 19, Gutiérrez peleó un esférico que rebotó en la zaga, aclaró la vista y encontró desmarcado a Bertolo, quien aprovechó el obsequio y fusiló con tiro raso que hizo túnel entre las piernas del portero Édgar Hernández, para el 1-0.

El escaso público –unos 7 mil aficionados– celebró el primer tanto de Nicolás, quien fue al banquillo a estrechar la mano del técnico Guillermo Vázquez.

La Máquina no pudo aumentar su ventaja en el primer tiempo. La mala puntería de los atacantes y el buen trabajo del portero lo impidieron. Hernández destacó con importantes intervenciones, como la que realizó ante un cabezazo de Alejandro Vela. Minutos después, desvió por encima del larguero un tiro de Mariano Pavone.

El plantel visitante confirmó que su mal no sólo es futbolístico, sino también anímico. Los Jaguares fueron un cuadro deslucido, inanimado, que gravitó sin rumbo. Para el complemento, su timonel, José Guadalupe Cruz, ingresó a Armando Zamorano y a Pedro Hernández, y sacó a Édgar Andrade y Leonardo Bedolla.

Barrera se mantuvo en plan protagónico y sirvió excelente pase a Gutiérrez, quien mató la magia al echar el balón a un lado.

Algo similiar dibujó Allam Bello, quien entró al campo en lugar de Bertolo. El talentoso juvenil recorrió el costado izquierdo y centró para Pavone, quien remató de manera infame. Su tiro elevado arrancó nuevos gritos de frustración, que dieron paso al inocultable “¡fuera Memo!, ¡fuera Memo!”

El técnico cementero sacó a Pavone e ingresó a Javier Chuletita Orozco, cuya presencia calmó los ánimos, más aún porque enseguida Barrera confirmó su buena presentación con un tiro que cimbró el travesaño.

Orozco estuvo también cerca del segundo tanto con buen remate que de milagro salvó el defensa colombiano Leiton Jiménez.

Cruz Azul se quedó con 10 hombres al minuto 77, cuando Alejandro Castro recibió su segundo cartón amarillo. Esto despertó a los Jaguares.

Luego de un tiro raso que obligó a espectacular lance de Corona, los chiapanecos comenzaron el incesante bombardeo sobre la meta local. Al minuto 89, Armando Zamorano centró desde la izquierda, frente a segundo poste Franco Arizala remató de forma descompuesta, Chuy no pudo atrapar el esférico ante la embestida de Rey y en la confusión el balón entró.

En el alargue, La Máquina se salvó de la derrota, porque Arizala remató desviado con la cabeza. Enseguida resurgió el “¡fuera Memo” y “¡renuncia Memo!”

Con sentimiento de como si hubiéramos perdido, Vázquez soltó: “Aquí nunca hay apoyo. Se siente vibra negativa, sale un jugador y le dicen cosas (insultos). No tengo palabras para describir. Imagino que sí afecta (eso), se genera energía mala... En vez de que te alienten, como en otros estadios, aquí pasa todo lo contrario, gritan hasta cuando vas ganando. Nos toca sobreponernos.

Asumo lo que está a mi alcance, pero no tengo palabras para describir eso (el repudio), no está a mi alcance, la gente hace lo que quiere y trataremos de que no nos afecte directamente, y recalcó: la directiva está con nosotros.

También reconoció que pesó la ausencia de Christian Giménez, pues hace diferencia.

Los pocos aficionados que esperaban afuera del estadio lanzaron piedras al camión en el que iba el plantel celeste.