La autora presentó su nueva novela en la reciente Feria del Libro de Minería
violencia, bandoleros y almas en fuga
Me interesó explorar la vida de Juan Nepomuceno Cortina, terrateniente mexicano que invadió EU mucho antes que Villa, explica
Al perder Texas, nos perdimos a nosotros mismos”
Sábado 9 de marzo de 2013, p. 5
La dignidad de las personas, la lucha y la mirada del inmigrante son los ejes de Texas, la novela más reciente de Carmen Boullosa.
Con la atmósfera del western, la autora describe la época de 1859 mediante 149 personajes.
Texas (Alfaguara), libro que fue presentado en la reciente Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, es una historia de hombres armados por necesidad o por gusto y de mujeres indómitas, crónica de vaqueros y apaches, de afroamericanos e inmigrantes de distintos orígenes, de comancheros y cautivos, de esclavistas e insurgentes.
El Robin Hood de la frontera
En entrevista con La Jornada, Boullosa reconoce que en la historia de Juan Nepomuceno Cortina, el Robin Hood de la frontera, como lo llamaba el The New York Times, abunda la violencia y la venganza, pero también está presente la dignidad de las personas.
Todos pelean por su dignidad, como cada uno la considera de sí mismo, porque todos son inmigrantes. Todos luchan en la mirada del otro por el respeto. En la novela hay mucha violencia: es un mundo de bandoleros, de hombres armados y de almas en fuga. La mayoría de los personajes son como yo, un alma en fuga que busca respeto recíproco
.
La novela surgió a partir del interés de la autora por narrar la vida de Cortina, terrateniente que invadió Estados Unidos mucho antes que Francisco Villa y no sólo una vez y con más éxito, porque se apropió de Brownsville y permaneció ahí varios días.
“Me intereso el personaje de Nepomuceno, el mundo vaquero mexicano con características muy particulares de aventureros, de colonizadores, de guerreros. Esa figura romántica del personaje que ama la libertad y al mismo tiempo es dueño de su propio destino y a México le traía una sangre nueva, una renovación de nuestra identidad nacional.
Éramos los mexiconovohispanos que conquistábamos una tierra nueva que toda Europa apetecía, incluso Estados Unidos, que finalmente se quedó con el territorio. Éramos los triunfadores, pero cuando perdimos Texas, el estadunidense se llevó el imaginario del mexicano
, explica la escritora.
Al final, Boullosa quedó enganchada en la historia de Texas y sus habitantes, así que en su libro evoca la identidad texana, a la cual considera formidable por ese deseo de libertad.
Para describir lo que fue la pérdida de Texas, Boullosa recurrió al género western y al personaje de Nepomuceno, y en la novela rompe con la figura del mexicano tonto, perezoso y traicionero. Al contrario presenta a un vaquero mexicano emprendedor, valiente, inteligente y vencedor.
Además de reconstruir la figura del texano mexicano, la autora da cuenta del despojo de Texas y del linchamiento de los mexicanos, al tiempo que muestra a todos los personajes que trabajan en el mercado, a los soldados de los dos bandos, a los curas, el médico, las esposas, a todos y cada uno de los aventureros como en una especie de corrido.
“Lo que veo en el México de hoy –comenta la autora– es que nos queda como una carga haber perdido nuestro Texas imaginario; el mexicano imaginario que creamos con la colonización de Texas; creo que sigue siendo una herida abierta para el mexicano, que no puede curarse porque nos perdimos a nosotros mismos,”