Jueves 7 de marzo de 2013, p. 37
El discurso de que con la reforma constitucional a la Ley Federal de Telecomunicaciones (LFT) se atacará a los monopolios es falso, porque el monopolio de televisión va en picada con la llegada de Internet, lo que revela que la intención es ir en contra de Teléfonos de México (Telmex), advirtió el presidente de la consultoría Mediatelecom Policy & Law, Jorge Fernando Negrete.
Explicó que entre 2017 y 2020 solamente 10 por ciento de la población seguirá viendo televisión abierta mediante un televisor convencional, el resto lo hará por Internet o cualquier dispositivo móvil, de ahí el interés de las televisoras por disponer de la red de fibra óptica de Telmex, que es invaluable.
Negrete señaló que en el sector es bien sabido que la tendencia en preferencias de los consumidores se inclina hacia ver video a través de dispositivos móviles, teléfonos, tabletas, computadoras o cualquier otro, porque el negocio de la televisión abierta va decayendo, por eso los que se van a mover más con esta reforma son Televisa y Iusacell para ofrecer servicios de banda ancha
.
Destacó que en México la única empresa, además de Telmex, que ha desarrollado su propia infraestructura es Nextel, pero el resto está a la espera de que se desagregue la red de Telmex o que se disuelva el monopolio.
Todos, tras la red de fibra óptica
Nextel se metió en la dinámica de invertir una tremenda cantidad de dinero en el desarrollo de su infraestructura, pero otros, como Televisa, acaban de anunciar que van a dedicar como mil millones de dólares en los próximos tres años, o sea nada. Si se abre la red de Telmex esta empresa va a detener sus inversiones y el resto de los operadores van a detener las propias, porque dispondrán de una infraestructura invaluable que es la red de fibra óptica del Telmex
, sostuvo.
Negrete dijo que todo lo que se sabe sobre las modificaciones a la LFT son rumores o filtraciones que se han hecho a la prensa, al parecer con la intención de medir la reacción de la opinión pública. El hecho, afirmó, es que la elaboración de la ley está a cargo de un grupo muy reducido de personas, entre las que al parecer no hay especialistas ni representantes de la industria.