En materia de ciencia, tecnología e innovación, México tiene todos los componentes del motor, pero no ha encontrado la manera de conectarlos y echarlo a andar, advirtió Enrique Cabrero Mendoza, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

México no está mal en grupos científicos, tiene especialistas aplicados buenos y tecnólogos, así como universidades excelentes; sin embargo, todos los componentes de la política pública están desarticualdos, es un rompecabezas sin armar. El problema es que por una parte se apoya a la ciencia básica, por otro lado, a la aplicada, y por otro el desarrollo tecnológico y la innovación, y no estamos logrando el efecto de una política pública, explicó.

Al impartir la conferencia magistral Ciencia, tecnología e innovación en México en la Universidad Iberoamericana, a propósito de la Expo Posgrados, el funcionario afirmó que el reto es crear un eje articulador que vaya desde la ciencia básica hasta la innovación: desde las universidades hasta las empresas, en un esquema en el cual el gobierno sea la bisagra que ayude a dos comunidades que difícilmente se articulan por medio de programas, becas y estímulos.

Mientras no lo logremos, así invirtamos tres puntos del producto interno bruto (PIB), no va a pasar nada. Lo primero que tenemos que hacer es articular bien a los componentes.

Señaló que entre los instrumentos de política pública para lograr esa articulación están algunos programas para fortalecer la ciencia básica y vincularla más a la aplicada.

Por ejemplo, poner como condición a la asignación de fondos alguna interacción con grupos de ciencia aplicada, ésta con tecnólogos y a éstos con empresas. Tenemos que premiar esos eslabones, señaló.

Aporte a la resolución de problemas

En cuanto al Sistema Nacional de Investigadores, queremos enfocarlo más a resultados no sólo en términos de publicaciones, sino también de contribuciones a la resolución de problemas diversos de la sociedad.

Asimismo, se prevé apoyar programas para estimular la innovación en las empresas y grupos de investigación, así como destinar recursos para infraestructura.

Cabrero Mendoza dijo que los sectores prioritarios para estudio son el de alimentos, automotriz, tecnologías de la información y comunicación, química, aeroespacial, nanotecnología, genómica y agroindustrial, entre otros.

Recordó que hace 30 años Corea del Sur apostó por la ciencia, la tecnología y la innovación, mientras México lo hizo por su capacidad manufacturera. Hoy, el PIB de México es la mitad del de Corea del Sur.

Al terminar su exposición, el funcionario reiteró el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto con la ciencia y la tecnología. Recordó, a propósito de la sede de la charla, que fueron los jesuitas los primeros en abrir centros de investigación en el país.