Presentan crítica ONG ambientalistas
Miércoles 6 de marzo de 2013, p. 53
La Estrategia Nacional de Energía (ENE) 2013-2027 mantiene el impulso de los hidrocarburos como principal fuente de energía y no tiene avances importantes para que la política energética combata el cambio climático, señalaron organizaciones ambientalistas.
Aunque contiene elementos que abren la oportunidad para la diversificación energética, la propuesta rectora de la política energética es contraria a la que sobre cambio climático presentó el presidente Enrique Peña Nieto en la instalación de la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático, en la cual se busca que México transite a una economía verde.
En conferencia de prensa, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental; Comunicación y Educación Ambiental; el CTS EMBARQ México; Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia; Fundar, Centro de Análisis e Investigación; Fundación Heinrich Böll; Greenpeace, e Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo coincidieron en que la ENE mantiene impulso de fuentes de energía como petróleo, gas e incluso, nuclear, que poco ayudan a disminuir la contaminación y mitigar los impactos del aumento en la temperatura del planeta.
Pidieron al Senado que durante el proceso de revisión y ratificación de la ENE incorpore metas concretas para una generación de electricidad más eficiente a partir de energías renovables, con la mejora de la eficiencia energética, reducción de los combustibles fósiles y disminución de las emisiones, así como una transición energética que cumpla con la legislación nacional en materia de medio ambiente y cambio climático en el contexto de los derechos humanos, la equidad de género y el desarrollo sustentable.
Entre los puntos que se deben considerar en la ENE están la armonización de metas y objetivos con la Ley General de Cambio Climático, ya que 67.3 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global, provienen del sector energético.
También se deben establecer metas concretas para aprovechar energías renovables y mayor eficiencia energética; no promover la explotación de petróleo y gas no convencionales, ni de energía nuclear; reducir el consumo de combustibles fósiles en el transporte, y promover combustibles limpios.