Faltan por llegar a Roma cinco de los 115 cardenales que tienen derecho a votar
Prensa italiana insiste en que Benedicto XVI renunció tras recibir informe sobre corrupción en la curia
Miércoles 6 de marzo de 2013, p. 37
El Vaticano, 5 de marzo.
Los 148 cardenales reunidos este martes para la segunda congregación o asamblea previa al cónclave enviaron un telegrama al Papa emérito Benedicto XVI y deberán establecer en pocos días la fecha para la elección del nuevo pontífice, mientras el escándalo de Vatileaks suena en las reuniones. Los purpurados no tienen fecha oficial para comenzar el cónclave para elegir al sucesor de Jospeh Ratzinger.
Los cardenales, reunidos en el Vaticano para su congregación general en vista de su próximo cónclave, le enviamos un cariñoso saludo y agradecemos su luminoso ministerio petrino, así como el reconocimiento por el ejemplo que ha dado de una generosa solicitud pastoral por el bien de la Iglesia y del mundo
, escribieron por medio del cardenal Angelo Sodano, decano del colegio cardenalicio.
En total 148 cardenales, entre electores y mayores de 80 años, asistieron a esa asamblea clave para elaborar el perfil del sucesor de Benedicto XVI, quien renunció inesperadamente a su papado. De los 115 electores con derecho a voto por tener menos de 80 años, cinco no han llegado, precisó el vocero del Vaticano, Federico Lombardi.
Cada uno tiene sus compromisos y aún se están organizando para llegar
, explicó Lombardi tras recalcar que tienen hasta 20 días.
No me atrevo a dar una fecha del cónclave
, reconoció Lombardi.
No es necesario que todos los cardenales estén presentes para fijar la fecha, pero hay que darles tiempo para llegar a Roma y poder participar
, precisó, por lo que no se descarta que se convoque el cónclave para el domingo o lunes próximos.
Mientras, las puertas de la imponente Capilla Sixtina fueron cerradas para prepararla para la celebración del cónclave.
Durante el cónclave se instala una chimenea en el tejado de la capilla y el humo actúa como señal. Si sale blanco (fumata blanca) tras la quema de las papeletas de la elección, significa que el cónclave ha finalizado y que se ha elegido a un nuevo papa.
Si ningún candidato obtiene la mayoría (dos tercios de los votos), sale humo negro (fumata nera), formado con algunos productos químicos, e indica que todavía no ha habido una elección satisfactoria.
Lombardi no ha querido abordar el asunto más candente, el contenido de las intervenciones de los cardenales, quienes se negaron este martes a dar declaraciones a la prensa.
A diferencia del primer día, los purpurados han sido reacios a hablar y evitan ingresar por la puerta lateral del Vaticano, donde un pelotón de cámaras de televisión, fotógrafos y reporteros los esperan.
Ninguno de los considerados papables
ha entrado por esa puerta a la gran asamblea de la jerarquía de la Iglesia católica, donde se busca al sucesor del primer papa que renuncia en la era moderna.
Según la prensa italiana, un grupo de cardenales, entre ellos el brasileño Raymundo Damasceno Assis, presidente de la conferencia episcopal de su país, exige que se den a conocer las conclusiones del informe sobre Vatileaks, el escándalo sobre la fuga de documentos confidenciales de Benedicto XVI.
Dos importantes medios de comunicación de Italia, el diario La Repubblica y la revista Panorama, aseguraron que el Papa emérito decidió renunciar al cargo tras recibir un informe ultrasecreto de 300 páginas, realizado por tres ancianos e intachables cardenales, en el que se revela una trama de corrupción, sexo y tráfico de influencias dentro de la curia romana.
En una nota oficial divulgada tres días antes de su renuncia, el Vaticano adelantó que Benedicto XVI decidió entregar exclusivamente
a su sucesor el informe ultrasecreto, pero no prohibió a sus autores hablar del asunto.
Por ello varios purpurados consideran indispensable tal información para escoger al nuevo líder de la Iglesia católica.
En entrevista para el diario italiano La Stampa, Damasceno Assis reconoció que no es necesario tener el documento completo, pero sí conocer el núcleo
, de cara a una elección tan importante. Seguro que su contenido influirá en las votaciones
, declaró.
La mayoría de los cardenales exigen una reforma de la curia romana y por ello varios observadores y expertos consideran entre los favoritos a aquellos que saben combinar experiencia pastoral con manejo de problemas internos, para agilizar el gobierno central de la Iglesia y, sobre todo, que opere con transparencia.