Aunque antes de responder en serio dijo que estaba pensando comprar algunos equipos, Miguel Layún, jugador del América, prefirió no hablar de la multipropiedad de clubes en el país –asunto que se trató en la reunión de dueños en la Federación Mexicana de Futbol el lunes pasado–, ya que el papel de los jugadores es ser el plato fuerte en el balompié y no atender otros asuntos.

En cambio, expresó que metería las manos al fuego sobre que en México no se da el arreglo de partidos, como fue denunciado en otros países, donde ya se busca la sanción de los responsables; además estimó que sería muy triste enterarse de que en el futbol local se diera esa mancha negra.

Al preguntarle sobre el arbitraje, comentó que sería muy agradable poder platicar con ellos (los silbantes), para lograr mejor entendimiento y tener más comunicación a lo largo de los partidos, ya que hay algunos a los que no se les puede dirigir una palabra por la reacción que les provoca.

Luego de comentar que sobre el arbitraje se ha dicho mucho –como que algunos benefician al América–, aceptó que algunos silbantes son prepotentes, pero apuntó que finalmente hacen su trabajo de manera muy estricta, y uno no sabe lo que están haciendo en la federación; sería bueno conocer cómo lo ven ellos y entenderlo nosotros. De allí su petición de poder dialogar con los silbantes para lograr esa siempre buena relación.

En las instalaciones de Coapa, el zaguero Juan Carlos Valenzuela negó que debido a la llegada de Francisco Javier Maza Rodríguez esté desesperado por volver a alinear, gracias a la armonía que se ha generado en el plantel y al buen inicio en la liga y en la Copa Mx.

El Topo no cree que en el conjunto de Coapa se respeten jerarquías, por lo que siempre mantiene el mismo compromiso con la institución, porque trabajo en el día a día para ganarme un lugar.