La propuesta transpira centralismo priísta, opina el blanquiazul
Sábado 17 de noviembre de 2012, p. 10
El secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, dijo ayer que la supersecretaría de Gobernación que propuso Enrique Peña Nieto no es más que la confirmación del regreso al poder del viejo PRI autoritario y represivo, mientras Juan Manuel Oliva, secretario general adjunto de elecciones del PAN, expuso que las iniciativas del mexiquense para restructurar la administración pública federal parecen transpirar el viejo centralismo del tricolor.
No obstante, en su cuenta de Twitter manifestó que espera conocer el contenido total de las iniciativas para saber si en realidad provienen de un priísmo renovado.
Sánchez Camacho expuso que devolver a la Secretaría de Gobernación (SG) el poder que tuvo en los gobiernos priístas, con el control de la seguridad pública, es un mal presagio en todos los ámbitos de la vida nacional, pero sobre todo en materia de derechos humanos.
Agregó que su partido está abierto al diálogo y a la discusión de todas las propuestas que beneficien a la ciudadanía, sobre todo si con ello se atiende una de las demandas más sentidas de la población, que es la seguridad pública.
Pero con toda franqueza, en la iniciativa de Peña Nieto no observamos que tenga ese propósito, sino más bien abrir la puerta al regreso de un régimen totalitario de la década de los años 70, cuando se torturaba, desaparecía al enemigo y la impunidad campeaba
, subrayó.
En un comunicado llamó a las fuerzas progresistas del país a cerrar filas y evitar que el viejo PRI, con Peña Nieto vestido de piel de oveja, concrete la pretensión de convertir la Secretaría de Gobernación es una supersecretaría de seguridad interior, en la que la población no tendría ninguna garantía de respeto a los derechos humanos.