Tel Aviv, 11 de noviembre. Horas después de que un proyectil de mortero cayó en un puesto militar israelí en las montañas del Golán, el ejército de Israel lanzó hacia Siria disparos de advertencia y lo amenazó con responder severamente, porque no tolerará obuses en su territorio.

Este es el tercer incidente en la región fronteriza de Siria e Israel en las dos últimas semanas, todos ocurridos en la zona ocupada por tropas israelíes desde la guerra de los Seis Días de 1967, cuando Tel Aviv estableció posiciones en los altos del Golán para asegurar lo que considera un punto de su defensa estratégica.

Después de Turquía y Líbano, Israel es el tercer vecino que se queja de los efectos del conflicto armado que se desarrolla en Siria desde agosto de 2011, cinco meses después de que comenzaron las protestas contra el presidente Bashar Assad y el gobernante partido nacionalista Baaz. Al igual que Ankara, Tel Aviv respondió con indignación.

El gobierno israelí presentó por segunda ocasión una denuncia de hechos ante el representante de los cascos azules de la ONU, en la que hizo las advertencias del caso.

Más tarde, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, afirmó que otro disparo hacia el territorio israelí traerá consigo una reacción más dura y Siria pagará el precio.

No hubo precisiones del ejército israelí sobre los daños causados por el proyectil de mortero. Tampoco el Observatorio Sirio de Derechos Humanos –portavoz de los insurrectos– ni las fuerzas armadas de Damasco informaron sobre combates en la zona fronteriza sirio-israelí. Los reportes sobre combates surgieron hoy de Ras el Ain, en la frontera con Turquía, y en Alepo, en el norte del país.

Los disparos hacia territorio sirio son los primeros que hacen las tropas del país vecino desde 1973, un año antes de que Israel declaró oficialmente el estado de guerra con Siria y se establecieran los cascos azules.

La ocupación de una parte de los altos del Golán no ha sido reconocida por la comunidad internacional, pero desde 1974, mediante un acuerdo entre Damasco y Tel Aviv, la ONU envió una misión de paz para asegurar que los ejércitos de los dos países no incursionen en una franja de seis kilómetros de ancho.

En Doha, la capital de Qatar, los dirigentes de las organizaciones opositoras eligieron a Moaz Khatib presidente de la nueva organización que los representará ante la comunidad internacional, denominada oficialmente Coalición Nacional Siria de las Fuerzas de Oposición y de la Revolución. Ésta asimiló y remplazó al Consejo Nacional Sirio (CNS), fundado por iniciativa de la Hermandad Musulmana de Siria, en Estambul, en octubre de 2011.

Tras una semana de negociaciones, los representantes del CNS aprobaron la formación del nuevo organismo, impulsado por el ex parlamentario y empresario Riad Saif, con el apoyo de Estados Unidos y las monarquías aliadas del Pérsico, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos.

Khatib fue imán de la famosa mezquita Umayyad de Damasco; los vicepresidentes son Saif y la feminista Suhair Atassi.