Frente a la disputa existente entre el senador panista Javier Corral y el presidente Felipe Calderón, el ex coordinador de la campaña presidencial de Josefina Vázquez Mota, Roberto Gil, llamó ayer a resolver las diferencias en las instancias del partido, pues hacerlo de manera pública hace que la gente reconozca al blanquiazul no por sus aportaciones, sino por sus conflictos.

Estimó que la filtración de la primera carta de Corral al jefe del Ejecutivo federal –donde lo acusa de haberse doblegado a las televisoras y lo reta a resolver sus diferencias donde quiera– tuvo la intención de sembrar la división en el blanquiazul y marcar claramente bandos que se confrontan no sólo en el ejercicio cotidiano del partido, sino de cara a lo que está por venir: la reunión del 15 de octubre en la que se analizará el informe de la comisión de reflexión sobre la derrota electoral y la renovación del Consejo Nacional.

Por su lado, el senador Ernesto Ruffo Appel destacó que la disputa no ha afectado el trabajo del grupo parlamentario ni el del partido. Pero contra este señalamiento, fuentes del PAN destacaron que el diferendo sí ha polarizado a la militancia, por lo que la dirigencia nacional recomendó a los principales liderazgos abstenerse de seguir tocando el tema en la prensa, con el fin de cuidar la imagen del instituto político y evitar la percepción de fractura.

Por lo pronto, en el grupo parlamentario del PAN en el Senado se observan los ánimos caldeados y un choque entre los calderonistas y quienes respaldan la posición de Corral Jurado.

Mientras, en la sede nacional del blanquiazul no son pocos los que comentan la carta del senador por Chihuahua y se colocan de su lado o en favor del presidente Felipe Calderón. Sobre todo discuten si el legislador actuó adecuadamente al dirigirse al mandatario en el tono que lo hizo y si el michoacano efectivamente se pasó o no de la raya al llamar cobarde al primero.

Entrevistado en el Senado de la República, Gil Zuarth hizo un llamado a las partes en conflicto a la prudencia, a la serenidad y anteponer los intereses del partido y del país. Las diferencias personales y políticas entre panistas deben resolverse en el ámbito personal, en el primer caso, y en el segundo, en las instancias del PAN, ya sea en el Comité Ejecutivo Nacional o en el grupo parlamentario del Senado, agregó.

El ex secretario particular de Calderón consideró lamentable la utilización de adjetivos en el diferendo, pues ello es muestra de ausencia de argumentos. Acción Nacional, subrayó, debe dejar de lado los insultos y preocuparse mejor por definir su rumbo.

El también senador consideró injusta la frase de que el presidente Felipe Calderón se ha echado a perder por la incondicionalidad de algunos panistas, como acusó Corral Jurado en un segundo posicionamiento dado el conocer el lunes pasado.

De hecho, sostuvo que hay militantes que expresan de manera libre su opinión al Presidente. “No se inhiben en función de su investidura. Además, sus colaboradores asumen el deber de decirle lo que piensan y el mandatario reflexiona con ellos y toma decisiones colectivas.

Como toda persona, político u gobernante, tiene aciertos y errores, pero sabe tomar sus decisiones informadamente; no nubla su vista, trata de encontrar todas las implicaciones que puede tener un decisión para el país, agregó Gil Zuarth.

Por lo demás, aceptó que Calderón Hinojosa es enérgico en la forma de ejercer su liderazgo, pero ello es un atributo en un político, pues la gente blanda no tiene don de mando.

El senador Ruffo Appel dijo que las alusiones personales en las que incurrió Calderón –el mandatario llamó cobarde a Corral en una reunión con senadores– dispararon la reacción del legislador por Chihuahua.

Para Ruffo Appel, la opinión pública es la que habrá de señalar si a Calderón lo echó a perder la incondicionalidad de algunos panistas.