Ciudad del Vaticano, 12 de julio. La detención del ex mayordomo del Papa Paolo Gabriele, arrestado el 23 de mayo pasado por la filtración de documentos confidenciales de Benedicto XVI, fue prolongada algunos días, indicó este jueves el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.

El juez instructor, Piero Antonio Bonnet, decidió prolongar el plazo más allá del límite de 50 días que contempla la ley vaticana para la custodia de un acusado, debido a que tiene programado recoger otros testimonios en los próximos días, explicó Lombardi.

La última etapa de la fase de instrucción prevé interrogatorios formales a Gabriele, además de la recopilación de la información y otros testimonios, lo que se realizará en unos 10 días, antes de alcanzar una conclusión, precisó.

Lombardi dijo que espera que Bonnet culmine una investigación formal en las próximas semanas y decida si absuelve al mayordomo u ordena que vaya a juicio por robar y filtrar los documentos a medios italianos.

Con esto queda denegada la petición de Gabriele de ser transferido a arresto domiciliario, si bien la decisión no significa que el ex mayordomo vaya a pasar otros 50 días en la habitación de la comisaría del Vaticano.

Una comisión de tres cardenales, presidida por Julián Herranz, investiga paralelamente el caso y entregará la próxima semana un informe final al Papa, señaló el vocero.

Gabriele es acusado de robo de documentos con agravante, por lo que se expone a una condena de entre uno y seis años de cárcel. Algunos de los documentos denuncian casos de corrupción en los acuerdos comerciales del Vaticano con empresas italianas, relacionados con el pago de precios inflados por trabajos.

Otros apuntan a rivalidades entre cardenales y enfrentamientos por la gestión del banco vaticano, conocido como Instituto para Obras de Religión.

Gabriele era uno de los pocos laicos con acceso al apartamento privado de Benedicto XVI. Fue designado mayordomo en 2006, cuando remplazó a Angelo Gugel, quien estuvo durante años al servicio de Juan Pablo II.

Por otro lado, el portavoz del Papa negó versiones publicadas en varios diarios italianos, de acuerdo con las cuales el ex mayordomo sufre de comportamiento obsesivo compulsivo.

Gabriele se encuentra sereno y obtiene consuelo con el rezo, según su abogado, a quien recibe regularmente.