Los mandos niegan que el canciller venezolano los haya apremiado a oponerse al Congreso
Viernes 13 de julio de 2012, p. 29
Asunción, 12 de julio. El presidente de Paraguay, Federico Franco, mandó a retiro a jefes castrenses que, según medios de prensa, eran leales
al ex mandatario Fernando Lugo, destituido el 22 de junio en juicio político por el Congreso.
La decisión de Franco, quien también es comandante en jefe de las fuerzas armadas, afectó a ocho generales, un almirante y un contralmirante, que ocupaban cargos jerárquicos en el estamento militar hasta la caída de Lugo.
Entre los mandos que pasan a retiro están el ex comandante del ejército, general Adalberto Ramón Garcete, y el ex comandante de la armada (naval), almirante Juan Carlos Benítez Fromherz. También, los generales Félix Aldemir Pedrozo, Reinaldo Caballero Barboza, Juan Carlos Ayala, Édgar Miguel Demestral, Alcides Viveros Cabrera, Leonor Cabrera y Germán Jiménez Román, quienes estaban sin cargos.
Conservan sus puestos el comandante de las fuerzas militares, general Felipe Melgarejo, quien en esos días se encontraba de visita oficial en Taiwán; el jefe de la fuerza aérea, general Miguel Christ, y el titular del comando logístico, general Julio Peralta.
Asimismo la junta de calificaciones de las fuerzas armadas dio rápida respuesta al pedido de pase a retiro que presentó el ex jefe del gabinete militar de la presidencia, general Angel Alcibíades Vallovera.
Todos esos mandos fueron acusados de participar de la reunión que supuestamente mantuvo con la cúpula castrense de Paraguay el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, acusado de arengarles para que se resistieran en defensa del destituido Lugo.
Horas antes de que el gobierno de Franco hiciera este anuncio, los 10 militares negaron ante la justicia civil que Maduro hubiese ejercido presión para que las fuerzas armadas de Paraguay reaccionaran ante la destitución de Lugo.
Franco suscribió las resoluciones durante la reunión que mantuvo el miércoles en la sede de la dirección de material bélico, en la ciudad de Piribeby, unos 70 kilómetros al este de la capital, informaron fuentes militares.
Franco insiste en acusar al gobierno del presidente Hugo Chávez de injerencia en asuntos internos de Paraguay, lo cual ha sido negado por Maduro y otros cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que también estuvieron presentes en el encuentro celebrado en el palacio presidencial de Asunción, mientras el Senado celebraba el súbito juicio político contra Lugo.
Los militares implicados admitieron ante la justicia civil que durante la reunión con los representantes de la Unasur hablaron de las eventuales consecuencias que tendría la destitución de Lugo, y mencionaron la posibilidad de emitir un comunicado sobre esa situación, pero por razones no precisadas decidieron no hacerlo, informó la agencia Europa Press.
El escándalo estalló cuando Franco ordenó divulgar un video en el que Maduro; el secretario general de la Unasur, Alí Rodríguez Araque; la ministra de Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín, y otros cancilleres de la región aparecen entrando a una reunión con militares paraguayos.
Sin embargo, la fiscalía paraguaya decidió dejar sin validez esta supuesta prueba en el marco de las investigaciones que realiza contra Maduro.