Pese a los augurios de fracaso, 14 familias de San Miguelito forman una cooperativa
Viernes 13 de julio de 2012, p. 40
Querétaro, Qro., 12 de julio. Habitantes del ejido San Miguelito, municipio de Querétaro, viven con la esperanza de que la fabricación de balones vuelva a ser su principal actividad económica. Este oficio prácticamente se perdió en la década de 1990 por el ingreso de productos chinos.
Unas 14 familias que tienen igual número de talleres integraron la cooperativa Productores de Balones San Miguelito y obtuvieron por conducto del gobierno estatal un préstamo de 305 mil pesos para adquirir dos máquinas. Una se utiliza para coser los balones y otra para serigrafía, explicó el presidente de la cooperativa, José Margarito Puga Rodríguez.
Algunos habitantes de la comunidad dudan de las autoridades estatales, que prometen contratarlos para elaborar en promedio 40 mil balones anuales.
Puga Rodríguez explicó que sus abuelos empezaron a fabricar balones en la comunidad en la década de 1960. Cada familia tenía un taller en su vivienda, salían a las ciudades a vender las piezas e incluso tenían compradores en otras regiones del país.
Sin embargo, en la década de 1990 México fue inundado de productos chinos, las ventas cayeron, los fabricantes queretanos buscaron trabajo de obreros en fábricas de esta capital o emigraron a Estados Unidos.
Hace dos años habitantes de la localidad se acercaron al gobierno estatal, que les autorizó créditos para adquirir máquinas y prometió contratarlos de forma paulatina como proveedores.
Así integraron su cooperativa, en la que participan 14 de las 20 familias de San Miguelito que poseen talleres. El resto no cree que esta vez despegará esta actividad ,pues ya lo han intentado sin éxito, explicó José Margarito, quien ha dedicado 22 de sus 36 años de edad a hacer balones.
Sin embargo, se muestra optimista. Dijo que en el año reciente 14 talleres elaboraron en promedio 2 mil balones a la semana y hasta 15 mil en una quincena. El gobierno estatal paga por cada pieza entre 50 y 60 pesos.
No obstante, Clemente Becerra, comisario ejidal, sostiene que el gobierno apenas encargó 5 mil balones y paga por ellos 11 pesos en promedio. Aseguró que una persona puede elaborar en una jornada de trabajo sólo tres piezas, lo que no alcanza para subsistir.
Indicó que la mayoría de los 10 mil habitantes del ejido San Miguelito trabajan en fábricas cercanas, donde ganan de 700 a mil pesos a la semana.
La mañana de este martes el gobernador José Calzada Rovirosa visitó algunos talleres de San Miguelito. Prometió empedrar calles e instalar un taller con maquinaria para elaborar productos de calidad.
Los balones que el gobierno estatal compra los entrega a niños de educación básica como parte del programa estatal Soluciones útiles, que consiste en la dotación de mochilas con algunos útiles escolares.
Calzada Rovirosa invitó a empresarios a adquirir balones en San Miguelito y apoyar el desarrollo de la localidad, que carece de drenaje y la mayoría de sus calles son de terracería.