La primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación desechó el amparo presentado por la Sociedad Cooperativa Cruz Azul contra la sentencia del 8 de diciembre de 2011 (427/2011), con la que quedaron firmes los artículos que establecen las principales bases constitutivas de la sociedad productora de cemento y propietaria del equipo de futbol del mismo nombre, las cuales fueron impugnadas por la directiva encabezada por Guillermo Álvarez Cuevas.

Al resolver los ministros no conocer del asunto, quedó firme la sentencia en la que un tribunal unitario resolvió que un gran número de cláusulas de la cooperativa cementera eran contrarias a la Ley General de Sociedades Cooperativas, por lo que la gestión de Billy Álvarez fue ilegal durante el periodo comprendido entre 2002 y 2012.

Según la resolución de la instancia federal, la cual quedó firme con el desechamiento del amparo en el máximo tribunal, los actos realizados por la administración durante ese lapso son ilícitos, particularmente el hecho de que con base en éstas Álvarez, director general de la cooperativa, se convirtió en un auténtico administrador único, como si se tratara de una empresa y no de un gremio.

Por su parte, el director jurídico de la cooperativa, Miguel Borrell, aclaró que a pesar de esta decisión –sostiene este abogado–, Billy Álvarez seguirá en el cargo, mientras los demandantes –interpreta– no podrán regresar a sus puestos de ex consejeros.

En la demanda ellos no piden la restitución, no puede haber una sentencia para que sean reinstalados en sus puestos, afirmó.