Hace unos días se realizó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable Río+20, que congregó a gobiernos de 178 países, organizaciones internacionales y trasnacionales, pero sus resultados fueron un fracaso, según consideraron organizaciones ambientalistas.

El encuentro para discutir el futuro de los bienes comunes naturales y, por tanto, el futuro de los territorios de los pueblos del mundo tuvo como tema central la economía verde, la cual pretende continuar reproduciendo el modelo de privatización y mercantilización de los bienes comunes naturales del mundo, intensificando su explotación y provocando cada vez más conflictos socioambientales en nuestros países, consideró el Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos.

La organización Amigos de la Tierra Internacional advirtió que los líderes mundiales fracasaron en la Cumbre en Río, principalmente por la influencia indebida que ejercen las multinacionales sobre ellos y sobre la ONU.

También el director general del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) Internacional, Jim Leape, consideró que desafortunadamente, los líderes mundiales que se reunieron perdieron el rumbo.

El 22 de junio, el presidente de Amigos de la Tierra, Nnimmo Bassey, se reunió con el secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, y le entregó una declaración de la sociedad civil que denuncia el dominio de las empresas en Naciones Unidas, durante una reunión en la que participaron los organizadores de la Cumbre de los Pueblos en Río.

El informe Libera a la ONU de la cooptación empresarial, incluye estudios de caso que denuncian cómo el sector empresarial influye en las políticas y organismos de ese organismo. Son empresas como la petrolera Shell, Dow Chemical, Monsanto, The Coca-Cola Company y la empresa petrolera PetroChina.

Por su parte, la WWF consideró que el resultado del encuentro mundial fue una oportunidad malgastada, un acuerdo que no encamina al mundo hacia el desarrollo sostenible.

La urgencia de actuar no ha cambiado, la buena noticia es que el desarrollo sostenible es una planta que ha empezado a echar raíces; va a crecer sin tener en cuenta el débil liderazgo político demostrado en Río. Vimos a algunos líderes asumiendo el reto, sólo que por fuera del marco de las negociaciones.

Agregó que hay un liderazgo motivador en las comunidades, ciudades, gobiernos y empresas que están sentando las bases para proteger nuestro medio ambiente, aliviar la pobreza y encaminarnos hacia un planeta sostenible.

Lo que se esperaba de esta cumbre eran Objetivos de Desarrollo Sostenible, que debían ser una evolución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio e incluir áreas temáticas, como alimentación, agua, energía y océanos, poner en marcha el proceso para crearlos, financiarlos y medirlos.