Consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE) reconocieron que existe un vacío legal ante la falta de rigor científico de algunas encuestadoras que durante la campaña proselitista elaboraron y difundieron un alud de reportes sobre preferencias electorales.

Aquí hay algo que nos quedan a deber [las encuestadoras]; antes sus resultados coincidían con los emitidos (por las autoridades electorales). Ahora no ocurrió así. Hoy las encuestas son parte de los problemas que enfrentamos durante la elección, advirtió el consejero Lorenzo Córdova.

Precisó que la guerra de encuestas no abona al proceso democrático.

Otros consejeros destacaron que algunos de estos ejercicios de opinión deben ser analizados en tanto miden preferencias, en especial cuando salta a la vista la falta de seriedad de los trabajos.

El último corte del Instituto Federal Electoral (IFE) acerca de las encuestas señala que en las tres cuartas partes de la campaña electoral (abril, mayo y los primeros días de junio), el instituto captó en su monitoreo 3 mil 441.

Sólo en el lapso del 10 de mayo al 6 de junio se detectaron 613 encuestas; 206 reproducciones de las mismas y 295 notas informativas relacionadas con estos datos acerca de preferencias electorales.

Sin embargo, aseguraron que los eventuales cambios e incluso regulación de las encuestas no corresponden al IFE, sino a los legisladores, en especial a las propias encuestadoras, porque una revisión previa de los sondeos, antes de publicarse, derivaría en críticas de censura.

Sin facultades de regulación

El consejero Marco Antonio Baños dijo que se deben analizar los elementos con base en los que las encuestadoras elaboran la muestra de consulta, aunque este factor tiene que ver con la estructura y recursos de cada empresa.

No obstante, añadió, las encuestadoras deben sujetarse a cierto tipo de reglas que den consistencia a los estudios que desarrollan.

Tendría que haber más regulación, no del IFE sino de [una eventual reforma] de la ley; nosotros recibimos las metodologías [de las encuestas] y ya. No tenemos facultades de regulación ni de revisión de las mismas, indicó.

Baños agregó en entrevista que en una discusión de este tipo con las encuestadoras y los medios de comunicación que difunden los estudios de opinión, el IFE no saldría bien librado de una batalla mediática.

El consejero Benito Nacif señaló que las encuestas son una herramienta limitada y pueden ser un instrumento propagandístico. Los encuestadores saben de sus limitaciones y una de ellas es que no pueden anticipar la participación ciudadana; es por ello que son un instrumento aproximado a lo que en realidad ocurrió el primero de julio.

Admitió que el IFE pide requisitos mínimos, pero el árbitro electoral actúa con base en lo que marca la ley.