líder más peligrosa de Europa, Merkel ha mostrado recientemente una disposición inusitada a hacer concesiones en medidas a corto plazo de lucha contra la crisis, como haber aceptado la recapitalización directa de bancos en problemas. Sin embargo, esta medida sólo podrá concretarse
una vez que esté creado y funcionando un nuevo organismo de supervisión bancaria. Esta ha sido su estrategia todo el tiempo: sí a la ayuda, pero sólo cuando estén en marcha los controles adecuados, advirtió Guntram Wolff, vicedirector del centro de estudios Bruegel, en BruselasFoto Reuters
Martes 3 de julio de 2012, p. 22
Berlín. A primera vista los grandes ganadores de la última cumbre de Europa para salvar al euro fueron los líderes de Italia, España y Francia. Aliándose para desafiar a Alemania, Mario Monti, Mariano Rajoy y François Hollande consiguieron arrancar a una inesperadamente flexible Angela Merkel, concesiones para luchar contra la crisis. Con sus planes pendientes de votaciones parlamentarias previstas para horas después de la cumbre, Merkel adoptó por adelantado una posición pública inflexible, lo cual hizo que pareciera como si se hubiera retractado, cuando de hecho podría haber conseguido mucho de lo que quería, pues al aceptar que el fondo de rescate de la zona euro, el Mecanismo Europeo de Estabilidad pueda inyectar ayuda directamente a los bancos con problemas, se abre la necesidad de crear un organismo central de supervisión bancaria, uno de sus objetivos.