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Anulado Pirlo, a Italia le costó trabajo aparecer y en sus intentos se encontró con Casillas

Con cátedra de futbol, España logra histórica triple corona

La furia roja, primera en ganar Euro-Mundial-Euro de forma consecutiva

Torres también anotó en 2008

La última media hora la azzurra se fue a pique, pues jugó con 10 por la lesión de Motta

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El Niño Torres y Juan Mata (enmedio) sentenciaron el partido tras entrar de cambio, mientras Jordi Alba (derecha) dio tranquilidad a España con el segundo golFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Lunes 2 de julio de 2012, p. 2

Kiev, 1º de julio. España dio su partido más contundente de toda la Eurocopa y fue un equipo demoledor; Italia, que fue una sorpresa por su frescura y emocionante juego, bajó la intensidad y sufrió un resbalón en el duelo decisivo, caída que no resta mérito a lo exhibido por la azzurra.

En este contraste, el conjunto español volvió a ser más español que nunca, ganó el torneo continental y se convirtió en la primera selección en conquistar la triple corona en cuatro años, al derrotar 4-0 a Italia, en una final completamente dominada por los jugadores de Vicente del Bosque.

La furia roja revalidó su título y completó un ciclo de dos trofeos de Eurocopa y un Mundial consecutivos, hecho inédito en la historia del futbol. Un equipo que entra en la leyenda.

Como entra Del Bosque, quien igualó el mérito del alemán Helmut Schön, los dos únicos seleccionadores en ganar Mundial y Eurocopa consecutivamente. El español es además el primer entrenador en coronarse en Mundial y Eurocopa, más liga de España, Liga de Campeones y Copa Intercontinental, en este caso con el Real Madrid.

El encuentro tuvo a los españoles como únicos dominadores. Su puesta en acción fue imponente. Del Bosque preparó el partido con la lupa de un científico y ordenó una presión impecable sobre Italia, con especial vigilancia sobre Andrea Pirlo, asfixiando a su rival en la zona de creación, la más sensible. El resto lo hizo Xavi.

Casi inédito durante todo el torneo, el cerebro del Barcelona guardó lo mejor para el momento que importa. Como el mejor truco del mejor mago, sacó la escuadra, el cartabón y la tiza para diseñar jugadas artísticas. La azzurra se enteró demasiado tarde de que por ahí tenía una grieta en el dique.

A los 14 minutos llegó el primer gol, que fue una maravilla. Andrés Iniesta dibujó un pase filtrado sobre Cesc Fábregas. Superada la defensa, se produjo el pase atrás y el cabezazo certero de David Silva, hermoso en su estética y tensión.

A España le duró 20 minutos el recital. Italia reaccionó con grandeza, mejorando en torno al balón, y comenzó a encontrar a Antonio Cassano, un escorpión cerca del área. El arquero Iker Casillas tuvo que responder con un par de intervenciones.

Durante un momento, España le perdió el hilo al partido. Veía tan sencilla la posibilidad de dar un pase definitivo que acortaba sus posesiones más allá de lo que aconseja su catecismo.

Italia crecía, hasta que apareció de nuevo Xavi. Lo siguió el lateral Jordi Alba en la aventura ante el cansino trote de los defensas italianos. Xavi dio el pase en el instante justo, Alba encaró a Gianluigi Buffon y lo superó con la habilidad de un delantero veterano. La realidad es que Alba es defensa y tiene 23 años. La próxima temporada jugará en el Barcelona.

El tanto fue el último clavo en la lápida italiana. España lo había marcado a los 41 minutos, al filo del descanso. De tal forma que la azzurra se marchó al vestuario con la angustiosa cara de la derrota, en contraste con la frente alta y el orgullo de los españoles.

Pero Italia nunca perderá su orgullo, así pasen mil años más.

Propuso un cuerpo a cuerpo y el duelo vivió varios minutos de delirio. A una magnífica acción de Fábregas respondió Buffon con una gran intervención. Y a un gran remate de Antonio di Natale contestó Casillas con otra gran parada que lo convirtió en uno de los héroes de la hazaña que realizó la roja. Poco antes, el árbitro no había visto un claro penal por mano de Leonardo Bonucci.

Aunque hay días en los que es mejor no levantarse, y eso debió pensar Cesare Prandelli. A los 62 minutos, con los tres cambios ya hechos, Thiago Motta se retiró con una lesión muscular y dejó a Italia con 10 jugadores.

Ahí acabó la final, si es que alguien albergaba dudas. La concesión era gigantesca ante un equipo experto en manejar la pelota. Italia se limitó entonces a perseguir y la única incógnita era comprobar de qué tamaño sería la goleada.

Fueron cuatro tantos. El tercero lo hizo El Niño Torres al culminar con frialdad otra asistencia de Xavi y al final llegaría el de Juan Mata, tras asistencia del propio Torres.

Fue la revelación de un jugador al que muchos pensaban extraviado, que provocó airadas críticas a Del Bosque, pero que ayer se convirtió en el primer jugador en anotar en dos finales de Eurocopa. Y junto al Niño, Xavi Hernández apareció en el sexto partido. El mejor jugador de la edición de 2008 y símbolo del futbol de España mostró en la final de Kiev su mejor versión. Además, con su entendimiento con Jordi Alba, unió pasado, presente y futuro de una selección que hizo historia al hilar su tercer gran título seguido.

Un equipo que fuera de sus clubes presume un armónico vestidor que se refleja en la cancha. Un equipo alimentado por la simbiosis Barcelona-Real Madrid (en el que nunca hay menos de ocho jugadores con esa filiación) y al que cada vez más gente compara con la gloriosa Brasil del Mundial de México 1970.

Este combo –donde destacan Iniesta, Xavi, Cesc, Silva y Alonso– hoy suele mencionarse junto al de aquella verdeamarela mítica de Pelé, Jairzinho, Rivelino, Tostao y Gerson, considerado el mejor de la historia.

Así, de forma indiscutible, la furia roja terminó una final que algunos anticipaban, pero en la que se esperaba a una azzurra más orgullosa y peleando con dientes y uñas cada segundo del encuentro. Una final en la que España apabulló a un rival que llegó asfixiado a los últimos 90 minutos del torneo. Mostró su naturaleza competitiva y dejó su mejor encuentro de la Eurocopa precisamente en la final. Una generación irrepetible, una selección para la historia.