La Paz, 27 de junio. Un motín policial que duró seis días concluyó hoy tras un acuerdo entre líderes de los inconformes y el gobierno del presidente de Bolivia, Evo Morales, que aceptó conceder un mínimo aumento al sueldo básico de unos 14.5 dólares y un bono adicional de 26 dólares.

Con la firma del acuerdo de 10 puntos, que da por superado el conflicto, las labores de la policía se normalizan paulatinamente en la mayoría de los nueve departamentos del país.

El acuerdo permitirá –sumado a otros bonos y subsidios– que ningún agente gane menos de 1945 bolivianos (280 dólares) al mes, señaló el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jorge Pérez.

A este beneficio se suma la asignación dos veces al año de harina, azúcar y arroz; se revisará la ley 101 de Régimen Disciplinario de la Policía Boliviana; se creará la defensoría de la policía, y se formará una comisión que analizará al posibilidad de establecer una jubilación con 100 por ciento del salario.

Morales vinculó la protesta de suboficiales y policías rasos a una supuesta conspiración opositora, y este día el vicepresidente Alvaro García Linera informó que los partidos opositores Unidad Nacional (UN) y el Movimiento Sin Miedo (MSM) se infiltraron en el motín policial para desestabilizar el gobierno.

Para García Linera, la movilización tenía características políticas, conspirativas y golpistas, y hubo infiltración de los opositores UN y el MSM, pero subrayó que con la firma del acuerdo se acabaron los aprestos golpistas en contra del Estado plurinacional.

Mientras, una marcha de más de mil indígenas que se oponen a un proyecto de construcción de una carretera que atravesaría una reserva natural en la Amazonia ingresó a La Paz, tras una caminata de dos meses desde la ciudad de Trinidad, en el departamento de Beni, para manifestarse contra dicho plan.