El Vaticano espera pruebas para proceder
Sábado 16 de junio de 2012, p. 18
Ciudad del Vaticano, 15 de junio. El Vaticano no exculpó ni declaró inocente al sacerdote mexicano Gerardo Silvestre Hernández, acusado de abuso sexual a menores en el estado de Oaxaca, y podría proceder en su contra en cualquier momento, si cuenta con las pruebas suficientes.
Fuentes eclesiásticas revelaron que el caso no está cerrado y reiteraron que hay una investigación, ordenada por la Santa Sede en 2010, y de la cual no han surgido elementos concretos sobre los supuestos abusos denunciados.
Por eso, en febrero de 2011 la Congregación para la Doctrina de la Fe, sección vaticana encargada de conducir los procesos canónicos por pederastia contra los sacerdotes católicos de todo el mundo, emitió una carta con la cual desestimó en su mérito
la causa.
En ningún momento tal misiva decretó la inocencia del imputado, sólo estableció que durante la investigación no se obtuvieron los testimonios y las pruebas necesarias para acreditar los delitos denunciados, indicaron las fuentes consultadas.
El caso de Silvestre Hernández se reactivó esta semana luego que 10 sacerdotes de Oaxaca publicaron una carta abierta en la que acusaron de estar sesgadas
las pesquisas solicitadas desde el Vaticano.
El responsable de investigar las acusaciones, que surgieron en 2009, fue el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, quien se trasladó a Oaxaca para recabar toda la información necesaria y así responder a los requerimientos de Roma.
La elección de Sánchez Espinosa resultó significativa, no tanto por su persona, sino más bien por su cargo. No es común que un arzobispo sea designado por la sede apostólica para investigar un asunto en una arquidiócesis ajena a la suya.