Reconoce que cancelación fue señal positiva del gobierno
Sábado 16 de junio de 2012, p. 4
La cancelación del megaproyecto turístico de Cabo Cortés, que iba a realizarse en el Parque Nacional de Cabo Pulmo, en Baja California Sur, es una señal positiva por parte del presidente Felipe Calderón, pero es necesario estar pendientes para evitar que esta iniciativa sea retomada posteriormente al decir que ya cumple con los estándares ecológicos necesarios, advirtieron integrantes de organizaciones ambientalistas.
Patricia Arendar, directora de Greenpeace México, celebró la cancelación del proyecto iniciado en 2010 por parte de la empresa española Hansa Urbana, con el aval de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y al mismo tiempo exigió que los funcionarios involucrados en su aprobación sean removidos de su cargo.
Concluye una etapa, pero pensamos que el estado de derecho en México se debe sostener sobre la rendición de cuentas de los funcionarios públicos. El subsecretario (de gestión para la protección ambiental) Mauricio Limón autorizó dos veces este proyecto ilegal, y debe renunciar hoy si es honesto
, apuntó Arendar en conferencia de prensa.
La activista recordó que Greenpeace México interpuso una demanda en junio de 2011 ante la Secretaría de la Función Pública contra los funcionarios que dieron su visto bueno al proyecto de Cabo Cortés, por lo que solicitó que dicha entidad informe cuál es el avance de las investigaciones al respecto.
Aunque celebró el éxito de las movilizaciones ciudadanas contra el proyecto turístico –incluida la recolección de más de 21 mil firmas en tres meses–, al mismo tiempo advirtió que Calderón dejó la puerta abierta en su discurso para que haya otros proyectos supuestamente más viables, cuando se sabe que la región es un ecosistema frágil y con poca agua.
Alejandro Olivera, encargado de la campaña de océanos y costas de Greenpeace México, aseveró que hasta no obtener la renuncia de Limón y otros funcionarios, quedará la duda de si la cancelación fue una medida con tintes electorales, aunque al mismo tiempo subrayó que el gobierno reculó sobre todo por la presión ciudadana, y para no ser cuestionado sobre el tema en la próxima reunión del Grupo de los 20, a realizarse el 18 y 19 de junio en Los Cabos.
En entrevista aparte, Gustavo Alanís, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, aplaudió la cancelación de Cabo Cortés y llamó a fortalecer el reordenamiento ecológico de la zona, al ampliar a la región terrestre la declaración de área natural protegida que hoy sólo es válida para el entorno marítimo de Cabo Pulmo.
A su vez, el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, José Franco López, celebró que la presión ejercida por organizaciones civiles y la academia para cancelar Cabo Cortés –al señalar el potencial daño al medio ambiente que representaba dicho proyecto– haya hecho mella sobre los intereses económicos
involucrados y lamentó que persista una serie de contraejemplos
, como el caso de las mineras que hacen lo que quieren en el país
.
Con información de Ariane Díaz