No demostró de manera clara e indubitable su compatibilidad con la preservación del ecosistema, sentencia
No se dejará en la indefensión a inversionistas y propietarios: hay que empezar de nuevo el proyecto, aclara
Sábado 16 de junio de 2012, p. 2
El presidente Felipe Calderón Hinojosa anunció ayer la cancelación del megadesarrollo turístico Cabo Cortés, porque no demostró de manera clara e indubitable que su existencia sea compatible con la preservación del ecosistema y el parque nacional Cabo Pulmo, declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) patrimonio mundial natural de la humanidad.
Unas horas antes de viajar a Los Cabos, Baja California Sur, la entidad donde se ubica el proyecto Cabo Cortés y tendrá lugar la reunión del G-20, Calderón convocó a un acto con el título Economía Verde, generadora de empleos e inversión sustentable, en el cual dio un giro total a la postura que había mantenido el gobierno federal en torno a la construcción del desarrollo.
Todavía hace un par de meses, el secretario de Medio Ambiente, Juan Elvira Quesada, aseguró ante legisladores que no había otro proyecto tan evaluado como éste. Reúne más condicionantes de manera colegiada. Cuidamos todo el proceso desde el principio y hasta el final
, dijo.
Ayer, Calderón dio cuenta de lo contrario, al señalar que si es del interés de la empresa española Hansa Baja, habrá que empezar de nuevo
con un diseño que se realice paso a paso, de la mano de las opiniones fundadas de la comunidad científica de México, especializada en temas ambientales y oceánicos; y que se tome en todo momento en cuenta el punto de vista de las comunidades
.
Se trata, puntualizó, de que un nuevo proyecto sí sea absoluta e indubitablemente compatible con la sustentabilidad de Cabo Pulmo
. Dijo que la decisión de cancelar el megaproyecto se toma aun cuando existen estudios y evaluaciones en curso, e incluye dejar sin efecto la manifestación de impacto ambiental condicionada –otorgada por la Semarnat–, en concordancia con la política de altos estándares ambientales para todo tipo de proyectos, incluyendo los turísticos
.
Y es que, insistió, es un falso dilema aquel que plantea la incompatibilidad entre las metas de preservación del medio ambiente y la de generar proyectos de inversión y empleos.
Antes, explicó que en el Mar de Cortés se localiza el único arrecife coralino en el Golfo de California y el de mayor cobertura del mundo. Tiene una importancia ecológica vital pues sostiene una impresionante diversidad de vida marina, agregó el mandatario.
Al subrayar que ha sido una política de su gobierno rechazar proyectos que no cubran los más elementales criterios de sustentabilidad, Calderón también resaltó que no se dejará en la indefensión a los inversionistas, propietarios o a los poseedores de los predios.
Habrá que empezar de nuevo con un plan que amplíe las posibilidades de visita de todos los mexicanos a este sitio natural sin descuidar la protección integral de los ecosistemas y, al mismo tiempo, permita la generación de recursos económicos para hacer posible su preservación.
Calderón resaltó que su gobierno es sensible a las preocupaciones de los habitantes de la zona y de la comunidad científica y ambientalista del país, así como a las necesidades de certeza jurídica que requiere toda inversión para generar crecimiento económico.
Antes hizo un recuento del proceso que hace algunos años
inició Hansa Baja para la construcción del megadesarrollo Cabo Cortés, el cual, reconoció, desde el principio generó inquietudes de las comunidades, los académicos y agrupaciones ambientalistas. Por eso, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales realizó diversas acciones para determinar con la mayor certeza posible cuál pudiera ser el impacto ambiental del proyecto, principalmente por su magnitud. Implicaba ocupar tres mil 800 hectáreas con cuartos de hotel y campos de golf, entre otros.
Advirtió que bajo el estricto apego a la ley es posible invertir en el sector turístico, como en manglares, área a la que se han dirigido más de 240 millones de pesos, monto casi tres veces más grande que la inversión turística del gobierno anterior.
Además, de diciembre de 2006 a la fecha se han decretado más de 3.5 millones de hectáreas como áreas naturales protegidas, lo cual significa que 13 por ciento del territorio nacional, incluyendo ecosistemas marinos y costeros está bajo la protección del gobierno federal, subrayó.
Y dio otro ejemplo: el programa de protección de la ballena ha permitido el nacimiento de más de tres mil 500 crías en aguas mexicanas, mientras que con la colaboración de comunidades costeras se han liberado más de 216 millones de tortugas marinas nacidas en playas mexicanas.