La actividad económica en el centro-norte y norte del país tuvo una desaceleración moderada en el primer trimestre de este año ocasionada por el debilitamiento de la actividad en algunas ramas de la industria manufacturera, estrechamente vinculada a la actividad en Estados Unidos, apuntó este jueves el Banco de México.

El ritmo de crecimiento en las diferentes regiones en que el banco central divide al país presentó diferencias en el primer trimestre del año, añadió el organismo en el Reporte sobre las economías regionales. Enero-marzo 2012, presentado ayer.

En el centro del país la actividad económica se aceleró impulsada tanto por las exportaciones como por el crecimiento de la demanda interna, que se reflejó en un repunte en las tasas de crecimiento de la producción manufacturera, comercio al menudeo y en el sector de servicios.

Mientras tanto, en los estados del sur, la actividad económica también creció a un ritmo mayor al observado durante el trimestre previo, aunque el repunte fue menos notorio que en el centro del país, añadió. En esa región la expansión económica fue impulsada por la demanda interna, particularmente la relacionada con el comercio al menudeo y los servicios.

Las regiones en que el banco central divide al país para efectos de este reporte son: el norte incluye Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas; el centro norte considera a Baja California Sur, Aguascalientes, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas; el centro lo integran Distrito Federal, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala; y el sur, Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán.

Aunque a ritmos diferentes, en el primer trimestre de 2012 la actividad económica se expandió en todas las regiones del país, en un entorno en el que la inflación fue relativamente baja, añadió el informe. En esa circunstancia, abundó, contribuyeron el funcionamiento adecuado del sector financiero que apoyó el buen desempeño de la actividad económica a través de la expansión de crédito a empresas y hogares; y la reticencia de empresas, por motivos de competencia, a traspasar a sus precios el impacto de la volatilidad reciente en el tipo de cambio sobre el costo de sus insumos, agregó.