vivir mejor
Viernes 15 de junio de 2012, p. 26
Madrid, 14 de junio. Emigrantes latinoamericanos en España vuelven a su país para vivir mejor
. Patricia, Fabián y sus hijos avanzan lentamente en una cola de facturación del aeropuerto de Madrid con 10 maletas y un perro, pertenencias reunidas en años de emigración con las que ahora regresan a Ecuador huyendo de la crisis en España, donde vivir ya es imposible
, dicen.
Yo me quedé sin trabajo, mi marido está sin trabajo desde hace dos años y, con dos niños, la situación es muy difícil, por eso decidimos irnos
, explica Patricia Herrera, de 30 años. Nos vamos muy tristes
, reconoce. A mí me da mucha pena irme y a mi hijo, sobre todo, porque él se ha criado aquí
, agrega mientras la pequeña Desiré, de dos años, corretea a su alrededor.
Alexis, de 15 años, ayuda a sus padres con las maletas y no logra ocultar su decepción. Yo lo entiendo, pero no me quiero ir
, dice este muchacho que apenas conoce Ecuador. Mi sitio es España, es que llevo aquí toda la vida
, afirma.
Fabián Córdoba, de 32 años, llegó a España hace 13 y encontró trabajo de pintor en un país en pleno auge inmobiliario. Había aquí muchísimo trabajo, había trabajo para todo el mundo, sobraba, en lugar de las ocho horas diarias que hay que trabajar por ley se trabajaban 14 y si querías, más
, recuerda mientras avanza hacia el mostrador del vuelo Madrid-Quito.
Pero en 2008 estalló la burbuja inmobiliaria y aquella España de vacas gordas vio dispararse el desempleo. Ahora alcanza ya 24.44 por ciento, pero ronda 35 por ciento entre la población inmigrante.
Si para los españoles ha ido mal para nosotros todavía más
, lamenta Patricia, quien nunca hubiese podido imaginar una crisis como esta en Europa. La pareja compró un apartamento en Torrejón de Ardoz, en las afueras de Madrid, en 224 mil euros.
Con un interés variable, empezamos pagando 800 euros al mes y acabamos pagando mil 500
, explica. El sueldo de los dos se iba totalmente
. Cuando Fabián se quedó sin trabajo dejaron de pagar y el banco confiscó la casa. Ya habían pagado unos 80 mil euros, calculan.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2009 los inmigrantes aumentaron 7.1 por ciento y 0.4 por ciento en 2010. El año pasado el país registró por primera vez un saldo migratorio negativo, con 40 mil 447 extranjeros menos.
Por nacionalidades, el mayor descenso lo registraron los ecuatorianos, cuyo número cayó 15.1 por ciento, pasando de 360 mil 710 en 2010 a 306 mil 380 en 2011.