“Mi puesta en escena Alicia subterránea trata de todo lo que vivió Lewis Carroll; es decir, su amor por las niñas, porque está en suspenso si era pederasta. Partimos del primer cuento que escribió Carroll que lleva ese nombre. Incluimos escenas de Alicia en el país de las maravillas y Alicia en el espejo”, expresó en entrevista Eduardo Ruiz Saviñón, quien dirige esta obra, que se estrenará mañana en el Telón de Asfalto.

En el referido foro, Ruiz Saviñón agregó: “Tal vez se trata de su defensa de las niñas ante el abuso de los mayores. Ecos del mundo de los adultos versus la niñez o la infancia.

“Carroll es un autor muy difícil, que parece fácil. Sacamos varios pensamientos de él, no sólo de Alicia, así como varios poemas. Los clavamos un poco a la dramaturgia. Es Carroll traducido por Manuel Núñez Nava. Es Alicia con sus contradicciones, con su manejo del sinsentido. Está totalmente, en su crudeza y en su belleza. La lógica de Alicia es la carrolliana, la más normal, que se enfrenta a la ilógica de los adultos. Metimos a un personaje que casi no se usa o que se había perdido: la Avispa, un adulto muy apesadumbrado. También, un texto que no es de Alicia, que se llama Fantasmagoria, sobre un fantasma.”

Así, Alicia se enfrenta al mundo eclesiástico y al bullying que se sufría en ese tiempo, en la época victoriana. Ruiz Saviñón es lector de Carroll desde sus días de secundaria. Y ahora más.

Para el productor, Alberto Nogueira, esta pieza tiene mucha literatura y por eso vale la pena invertir en ella. La actualizamos y la dirigimos a la juventud.

Para Francesca Guillén, quien hace el papel de Alicia, “desarrollar este personaje es algo alucinante y divertido. Para mí ha sido agotador, en principio de cuentas, porque hay que estar jugando corporalmente y vocalmente. Hay pocas obras que permiten ese juego; en ese sentido, sí es como estar en un viaje en lo que se puede imaginar, en lo que se quiera o en lo que se haya inventado. Es finalmente, como un descenso, un trayecto, un encontrar otros fondos en la cualidad de niña. Es hallar otros matices, como si de pronto me volviera el ser más pequeño e infantil. Es una especie de juego sicológico.

“El planteamiento de la niña, que se hace grande o chiquita, tiene la característica física a la que trato de adherirme, pero también la sicológica, que para mí es mucho más rica. Digo que no puedo blofear sobre este personaje, porque experimento como pocas veces en mi vida. Creo que es necesario que vean la obra y luego que la lean, para que se encuentren con sus pesadillas, porque Alicia es como un sueño, con esa lógica que nos permitimos en los sueños.”

Cartel promocional en el que aparecen algunos de los personajes de la puesta en escena

El sinsentido

Leonardo Mackey interpreta cinco personajes. “Esta obra la trabajamos hace 10 años, dirigida también por Ruiz Saviñón, pero con otro elenco. Soy el único actor que repite. Esa vez se montó en la Casa del Lago, producida por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Mis personajes son un ratón, el fantasma, el gato de Cheshire, la Liebre de Marzo y la Reina de Corazones. Estoy contento porque además esta obra es mi primera producción ejecutiva. Esto surgió por una amistad de hace muchos años con Nogueira. Cuando me dijo que quería producir teatro me vinieron miles de proyectos a la cabeza. Los actores que participan son los idóneos. La risa del gato tiene que ser como la mía: estridente y malévola. La gente se va a llevar algo de cada personaje. El bullying siempre está presente y la obra habla del triunfo del bien sobre el mal y de la transformación de Alicia de niña a mujer. Es sinsentido, de situaciones absurdas. El Conejo dice que aunque la poesía no tenga sentido el mensaje tiene significado. Son personajes de pesadilla, como dice nuestro eslogan: Érase una vez en el país de las pesadillas.

Javier Díaz Dueñas desempeña otros cinco personajes: Lewis Carroll, el Conejo, el Avispa, la Oruga y el Sombrerero. Después de muchos años de hacer teatro, ahora tengo la oportunidad de jugar y de reconocerme divertido en las tablas. Estudié en Filosofía y Letras de la UNAM y ahora estoy con esta obra del teatro del absurdo. Hice mi tesis sobre teatro existencialista y del absurdo y ahora lo actúo. Esto no es para niños porque es una pesadilla, el verdadero teatro del absurdo. La vida es un absurdo y hacerlo en un divertimento es un gran acierto. Este es buen teatro y espero que la gente venga a vernos.

Alicia subterránea, de Lewis Carroll, se presentará en el teatro el Telón de Asfalto, calle Perpetua 4, casi esquina Insurgentes. Funciones: viernes, a las 20:30 horas; sábados, a las 18 y 20:30, y domingos, a las 17 y 19. Boleto 300 pesos.