En una jornada que comenzó con carrera de caballo brioso y terminó con paso de burro flaco, la moneda nacional cerró las operaciones del mercado local de cambios con una depreciación de 0.89 por ciento frente al dólar en las grandes transacciones interbancarias.

Al comienzo de la sesión, la divisa estadunidense se vendió a 13.9197 pesos, dos centavos abajo del viernes, por la decisión de la Unión Europea de rescatar de la quiebra a la banca española, y terminó a 14.0589 pesos, 12 centavos arriba de la jornada anterior, debido al nerviosismo generado por el elevado nivel a que llegará la deuda del gobierno de aquel país, una vez que reciba los 100 mil millones de euros para recapitalizar a los bancos hispanos.

El encarecimiento del dólar, y el subsecuente debilitamiento de la moneda mexicana se reflejó en un precio de venta de la divisa estadunidense de entre 14.18 y hasta 14.31 pesos en la ventanilla de los bancos, y dejó atrás un periodo de cinco jornadas consecutivas de revaluaciones marginales del peso.

Desde temprano, la dirección de análisis de CI Banco y CI Casa de Bolsa previó que el tipo de cambio operaría entre 13.70 y 14.30 pesos en relación con los acontecimientos en España y la cercanía de nuevas elecciones en Grecia.

Posteriormente, el grupo financiero Monex informó hacia media sesión que en un primer momento hubo una reacción positiva a la solicitud de 100 mil millones de euros del gobierno español para recapitalizar la banca, pero más adelante surgieron dudas sobre si este (monto) será suficiente, luego de que se pidió antes de que se publicaran los resultados de las auditorías.

Además, resurgió el temor de que la economía italiana siga los pasos de la española.

Ajuste del tipo de cambio

El Banco de México explicó que en las últimas semanas se observó una depreciación significativa de la moneda nacional inducida por el ajuste de cartera en los mercados financieros internacionales que afectó a la mayoría de las monedas de economías emergentes. Este ajuste del tipo de cambio nominal, aunado al comportamiento favorable de la inflación, ha permitido una depreciación del tipo de cambio real que está atenuando los costos sobre la economía de un entorno internacional más adverso.

En su enigmático lenguaje, el banco central indicó que la evolución de los determinantes de la inflación, entre los que figura el tipo de cambio, podría hacer aconsejable ajustar la postura de política monetaria para hacerla más o menos restrictiva, dependiendo del escenario que se presente. Consideró que la cotización de la moneda nacional se encuentra anclada a mediano plazo.