Washington. Las personas que superaron un cáncer durante su adolescencia son más proclives a involucrarse en comportamientos de riesgo –como fumar o desarrollar otros problemas de salud– que quienes nunca padecieron la enfermedad, señala un estudio. También son más propensos a tener sobrepeso o problemas mentales, según la Sociedad Estadunidense del Cáncer. El resultado se debe en parte a que el adolescente o el joven adulto sobreviviente de cáncer no es consciente de su historia médica y no está al tanto de los riesgos a largo plazo asociados a éste y su tratamiento. Por ello, (los pacientes) pueden verse involucrados en comportamientos (riesgosos) sin conocer sus consecuencias a largo plazo, agregó. Además, las personas diagnosticadas con cáncer entre los 15 y 29 años registran una madurez diferente a sobrevivientes mayores de la enfermedad y tienden a sobrellevarla de forma diferente, agregó. Según el estudio, los jóvenes sobrevivientes son más proclives a fumar (26 por ciento en comparación con el 18 por ciento en el grupo que nunca tuvo cáncer) y a padecer obesidad (31 por ciento contra 27 por ciento), entre otros.