La escasez de agua que enfrentan delegaciones como Iztapalapa y Tláhuac podría resolverse si se utilizan los millones de metros cúbicos de agua de lluvia que caen año con año en el lago Xico, aseguraron investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Iztapalapa (UAM-I), quienes se manifestaron por que se asignen ya los recursos necesarios para consumar ese proyecto hidráulico, que ascenderían a 6 mil millones de pesos, cantidad mucho menor a la que invierte el gobierno federal en obras que no solucionan esa problemática.

Encabezados por el rector de esa institución, Juan Velázquez Moctezuma, investigadores presentaron el proyecto a aspirantes a ocupar una curul en la Asamblea Legislativa o en la Cámara de Diputados, a quienes pidieron intervengan ante los que deciden el destino del presupuesto público.

Al detallar ese plan hídrico, los investigadores universitarios Pedro Moctezuma Barragán, Óscar Monroy, Elena Burns y el rector comentaron que desde el año pasado autoridades federales, como la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), manifestaron su disposición a impulsar esa obra, pero hasta ahora no ha habido nada.

La estrategia a seguir

Durante su exposición, puntualizaron que de contar con los recursos económicos para impulsar esa acción se sanearían primero las aguas del lago Tláhuac, pues ahí se vierten también aguas residuales; posteriormente se haría más profunda la base de esa reserva acuífera (hasta 8.5 metros) y se construiría una planta de purificación, luego de lo cual el agua se entregaría para su consumo.

Con ello, detalló el rector, se terminaría con el riesgo continuo de que se desborde el lago, además de que se abastecería a todo el oriente del valle de México.

Expresó que el gobierno federal sigue invirtiendo en otras acciones, como el túnel emisor oriente, en las que han invertido 24 mil millones de pesos, sin resultados del todo satisfactorios.

Para la diputada Aleida Alavez, presente ayer en la reunión, dijo que esa propuesta del lago es más sustentable que cualquiera de las acciones que la Conagua ha emprendido, que aparte de ser un despilfarro de dinero, hay rubros en los cuales no queda claro cómo se gasta dinero, como el del Fideicomiso 1928.

Acudieron también Ernestina Godoy, Dione Anguiano, Carlos Augusto Morales, Alejandro Ojeda y Purificación Carpinteyro, quienes se comprometieron a buscar los recursos en la Cámara de Diputados y en la ALDF.